Hermosísima la exposición "La destrucción creadora", que aún puede verse en la Fundación Juan March, hasta el 14 de enero. !Qué dibujos! ¡Qué cuadros más hermosos! !Qué reproducción del "Friso de Beethoven" tan conseguida!
Klimt es de esos pintores por los que no pasa el tiempo. Su obra es tan vital y subyugante que no me choca que sus contemporáneos se escandalizaran. Resulta innovador en el uso tenue de los colores y las líneas y en la genial utilización de los panes de oro. Su obra "Dánae" es tan sugerente como cualquier poster de Playboy y el atuendo que pone a sus mujeres parecen un anticipo de las prendas y la iconografía hippie, lo que ya es tener visión de futuro.
Como retratista, Klimt roza lo sublime; algunos de sus cuadros son claramente hiperrealistas y de una profundidad psicológica muy cercana a los mejores retratos de Goya. El de Joseph Pembauer, fechado en 1890, o "Anciano en su lecho de muerte", son de lo mejor de la muestra pictórica.
El "Monumento a Beethoven", una escultura en mármol del músico, realizada por Max Klinger, preside la sala que recrea la XIV Exposición que el Grupo La Secesión, al que pertenecía Klimt, presentó en 1902. Ante el friso hay que descubrirse, programa en mano, para entender la compleja simbología de sus imágenes:
Primera pared larga, frente a la entrada:
El anhelo de felicidad (las figuras suspendidas)
Los sufrimientos de la débil humanidad (la niña de pie y la pareja arrodillada)
Las súplicas de la Humanidad al fuerte y bien armado (el caballero)
La compasión y la ambición como fuerzas internas de los impulsos, (las figuras femeninas detrás de él) que mueven al caballero a luchar por conseguir la felicidad."
Pared estrecha:
Las fuerzas enemigas. El gigante Tifeo, contra el que incluso los dioses lucharon en vano (el monstruo que se asemeja a un simio).
Sus hijas, las tres Gorgonas (a su izquierda).
La Enfermedad, la Locura, la Muerte (las cabezas como de muñecos y la anciana tras ellas).
La Lujuria, la Impudicia, la Desmesura (las tres figuras femeninas de la derecha junto al monstruo).
La pena aguda (la que se encuentra en cuclillas).
Las ansias y los deseos de los hombres, que se alejan volando por encima.
Segunda pared larga:
El anhelo de felicidad encuentra reposo en la poesía (las figuras suspendidas se encuentran con una mujer que toca la cítara).
Las artes (las cinco figuras de mujeres dispuestas una sobre otra, algunas de las cuales señalan al coro de ángeles que canta y toca) nos conducen al reino ideal, el único en el que podemos encontrar alegría pura, felicidad pura, amor puro. El Coro de los Ángeles del Paraíso.
"Alegría, hermosa chispa de los dioses".
"Este beso para el mundo entero".
Felipeángel (c)
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