Llega febrero y se hace inevitable recordar a Cortázar ¿Quién no ha jugado a la Rayuela con la Maga? ¿Quién no se ha visto en un atasco y ha pensado en "La autopista del Sur? ¿Quién no ha oído, en algún momento, un ruido extraño en la casa y ha creído que estaba siendo tomada?
Gracias a él comencé a escuchar la música de Charlie Parker y a leer los cuentos que antes no leía; uno puede creer en las hadas pero, desde que los descubrió Cortázar, es imposible no creer también en los cronopios bailando tregua o catala, o en ese mundo mágico , tan cotidiano y, a la vez, tan oscuro e irracional.
Julio Cortázar nos dio instrucciones para subir una escalera y, también, para llorar ,pero febrero no es un mes que se preste al llanto; dejémoslo en rocío o en niebla parisién o en velado silencio mientras escuchamos sus palabras.
Felipeángel (c)
Gracias a él comencé a escuchar la música de Charlie Parker y a leer los cuentos que antes no leía; uno puede creer en las hadas pero, desde que los descubrió Cortázar, es imposible no creer también en los cronopios bailando tregua o catala, o en ese mundo mágico , tan cotidiano y, a la vez, tan oscuro e irracional.
Julio Cortázar nos dio instrucciones para subir una escalera y, también, para llorar ,pero febrero no es un mes que se preste al llanto; dejémoslo en rocío o en niebla parisién o en velado silencio mientras escuchamos sus palabras.
Felipeángel (c)
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