sábado, febrero 17, 2007

LA CIUDAD ABIERTA

Foto: Felipeángel (c)

Cualquiera que se acerque estos días a coger el buho en la Plaza de Cibeles o pase simplemente por allí, camino de otro lugar, no dejará de sorprenderse de la instalación que el artista alemán Dirk Vollenbroich ha realizado en el Palacio de Telecomunicaciones.
Uno, a esas horas de la medianoche, siempre espera ver alguna sombra fantasmal en el cercano Palacio de Linares, haciendo buena la leyenda que lo envuelve desde hace años, pero ese acercamiento a lo sobrenatural, a lo mágico o a la avería eléctrica lo sentimos en este Madrid Abierto al arte en las ventanas de la sede de Correos, que se iluminan intermitentemente con fugaces luces, durante varias horas, en una propuesta artística que Dirk ha denominado "Cortocircuito"; y la verdad es que no sólo nos ilumina la espera con parpadeos efímeros y constantes saliendo de las numerosas ventanas del edificio, sino que nos cortacircuita los pensamientos que unos y otros solemos tener a esas horas, del tipo "!joder lo que tarda el autobús!","hace un poco de rasca","!cómo están los escalones de mierda!","esa señora es la primera vez que viene", etc., transladándonos a un mundo de inciertas preguntas y caras risueñas, que es, entre otras cosas, lo mejor que se le puede pedir, hoy en día, al arte, a las artes.
Si le llega a poner voces de ultratumba, lo borda.

Felipeángel (c)

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