Cierto abad de Cantillana
tan viejo como guardoso
(dejo aparte lo asqueroso
que eso dirá la sotana)
su mulilla rubicana
jamás la quiso prestar,
verificando a la par
con evidencias notorias,
en sí dos contradictorias:
no dar mula y muladar.
Juan de Salinas y Castro ( 1559- 1642)
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