miércoles, marzo 10, 2010

EL TORO DE LA NIEVE

Foto: Jesús Dorda (c)

La verdad es que no me imagino a uno de estos políticos del tripartito catalán enfrentándose a un Pablo Romero, muleta en mano, pero, visto lo visto, tampoco se puede decir que la terna de novilleros de ayer halla dado la talla ante el blanco morlaco de la nieve.
Lo vieron desde los corrales del Servei Meteorológic y Joan Saura, el "Niño de Interior", debió pensar: "Es manso", mientras Ramón Mora "Proteccioncito" tal vez se dijo: "Poco trapío". Assumptita ni se acercó. A la hora de la verdad, el toro de la nieve salió por el burladero más bravo que una borrasca, y ninguno fue capaz de recibirle a puerta gayola, con el capote en las manos y a pecho descubierto.
Uno cree que los ciudadanos se merecen, efectivamente, un gobierno que no mienta pero tan importante como la verdad es la eficacia, la rapidez a la hora de tomar decisiones y la gallardía para reconocer los propios errores.
Los altos cargos catalanes que salieron tarde y mal a la plaza pública no estuvieron a la altura; su faena ni siquiera fue de aliño y, en vez de echarle la culpa a su mal hacer, a su incapacidad para darle unos cuantos y certeros capotazos al toro de la nieve, la emprendieron con el respetable, por haber salido de sus casas a ver semejante corrida.
Se puede entender que, para pasar el rato, sus señorías maten el tiempo haciendo toreo de salón con los taurinos, pero lo que realmente les interesa a los ciudadanos, los voten o no, es que la autoridad competente se adelante a los acontecimientos, si están previstos, se enfrente a ellos, y aminore sus destrozos y sus consecuencias.
La terna contaba con el equipo necesario para afrontar la suerte pero se refugiaron detrás de la barrera con su capote bicolor a ver si escampaba; pero no escampó, y el toro de la nieve bufó en la arena del albero, alzó la testud, miró al tendido y acometió, con toda su bravura, contra los tablones hasta encontrar franca la entrada al callejón.
Ni el peor maletilla habría actuado con tanta torpeza; ante el toro de la nieve con dos buenos capotazos lo habría plantado en los medios pero, en la plaza catalana, los diestros anunciados sólo hicieron gala de improvisación, ineficacia y mediocridad.
Son justos, por tanto, los pitos y los lanzamientos de almohadillas que llevan recibiendo desde ayer. Tal vez ni se les presente ya la oportunidad de tomar la alternativa en la Elecciones Municipales y Autonómicas porque el pueblo, ya se sabe, ni olvida una mala faena ni perdona la falta de coraje y valentía.

Felipeángel (c)

2 comentarios:

  1. Muy buena comparacion, la tormenta de la nieve, con la tormenta del toro que viven estos dias los catalanes. Te ha quedado muy bien. Me gusta sobre todo la parte final.

    Espero que no te haya sido dificil hallar esta comparacion.

    Luz

    (Perdona por no poner tildes, pero en mi ordenador hay un virus que no puedo quitar, que pone dos seguidas y no en su lugar, asi que prefiero no ponerlas)

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  2. Los articulistas estamos de suerte porque la actualidad nos da muchas facilidades para lucirse.
    Si merecemos o no las dos orejas y el rabo, tendrá que decidirlo la Presidencia.
    Un saludo.

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