Si de todas las rosas de estos años
tuviera que elegir, de los miles de rosas
que cortaron tus manos en secreto
a lo largo de toda nuestra vida,
tuviera que elegir, de los miles de rosas
que cortaron tus manos en secreto
a lo largo de toda nuestra vida,
cultivadas, silvestres, ostensibles, reclusas
en jardines de abandonadas casas
o libres en los viejos rosales de Las Viñas,
en jardines de abandonadas casas
o libres en los viejos rosales de Las Viñas,
tempranas o tardías, perfectas o imperfectas,
escogería siempre aquellas que llamabas,
tras llegar a un acuerdo, se diría,
íntimo y personal con cada una,
escogería siempre aquellas que llamabas,
tras llegar a un acuerdo, se diría,
íntimo y personal con cada una,
"las rosas del poeta", y entre ellas
estas siete de hoy, por ser las últimas.
Llegaron, como todas, a mi oscuro escritorio
estas siete de hoy, por ser las últimas.
Llegaron, como todas, a mi oscuro escritorio
con el mismo silencio que buscaban
quedándose en tus manos, perfumadas
tus manos de su carne y su carne de ti.
quedándose en tus manos, perfumadas
tus manos de su carne y su carne de ti.
No mucho más que días les espera
tras algunos vividos a mi lado.
Las que estaban cerradas se han abierto,
las abiertas han ido marchitándose
tras algunos vividos a mi lado.
Las que estaban cerradas se han abierto,
las abiertas han ido marchitándose
y han empezado, otras, a deshacer sus pétalos
con el mismo sigilo con que deja
la luz a un moribundo, con que sube
su sombra a lo más alto;
con el mismo sigilo con que deja
la luz a un moribundo, con que sube
su sombra a lo más alto;
nada que no recuerde el argumento
de la vida de un hombre.
Ya un invierno tenemos por delante.
de la vida de un hombre.
Ya un invierno tenemos por delante.
No sé muy bien qué adioses agitaros
en este blanco trozo de papel ni qué músicas
decir al corazón que entone. No es propicio
este tiempo a las rosas. Sospechosa
en este blanco trozo de papel ni qué músicas
decir al corazón que entone. No es propicio
este tiempo a las rosas. Sospechosa
les parezcas acaso cultivándolas,
mas el único crimen
sería el no poder entregarles tu vida,
y sobre todo a aquellas que llamabas
"las rosas del poeta", en un invierno
que cubrirá de nieve toda sombra
y de luz que ya ha muerto, toda ausencia.
mas el único crimen
sería el no poder entregarles tu vida,
y sobre todo a aquellas que llamabas
"las rosas del poeta", en un invierno
que cubrirá de nieve toda sombra
y de luz que ya ha muerto, toda ausencia.
(ANDRÉS TRAPIELLO.- "Un sueño en otro"- Tusquets Editores- 1ª Edición: sept. 2004)
Hola
ResponderEliminarAyer estuve con mi camara nueva en La Rosaleda. Hice unas cuantas fotos. Algunas rosas estaban empezando a decaer, pero el esplendor era espectacular. ¡Que pena no haberlas visto la semana pasada!
Despues me pasee por La Feria y en caseta de Pre-textos, estaba firmando Andres Trapiello. Le pregunte por "El gato encerrado" Me dijo que no sabia muy bien si estaba agotado o no, que el no llevaba esa cuenta, (algo que no me crei del todo). Me firmo dos libros "Poemas escogidos" y El gorrion y sus complices" .
Me gusta este poema de "Las rosas del poeta" muy en consonacia con La Rosaledad.
Un saludo y una rosa
Luz