"Un arcediano de la iglesia de Sevilla mató a un zapatero de la misma ciudad y un hijo suyo fue a pedir justicia; y condenóle el Juez de la iglesia en que no dijese misa durante un año.
Pocos días después el rey Don Pedro vino a Sevilla, y el hijo del muerto se fue a él y le dijo cómo el arcediano de Sevilla había pedido justicia. Él le conto el caso como pasaba. El rey le dijo:
-¿Serás tú hombre para matarle, pues no te hacen justicia?
-Sí, señor -respondió.
-Pues hazlo así -dijo el rey.
Esto era víspera de la fiesta del Corpus Christi. Y el día siguiente, como el arcediano iba en la procesión bien cerca del rey, dióle dos puñaladas, y cayó muerto. Prendióle la justicia, y mandó el rey que le trajesen ante él, y preguntóle por qué había muerto a aquel hombre. El mozo dijo:
-Señor, porque mató a mi padre, y aunque pedí justicia no me la hicieron.
El Juez de la iglesia, que cerca estaba, respondió por sí, que se la había hecho, y muy cumplida. El rey quiso saber la justicia que le había hecho. El Juez respondió que le había condenado que, en un año, no dijese misa. El rey dijo a su alcalde:
-Soltad a ese hombre, y yo le condeno a que en un año no cosa zapatos."
(D. Antonio Garrido: "Floresta española" )
Pocos días después el rey Don Pedro vino a Sevilla, y el hijo del muerto se fue a él y le dijo cómo el arcediano de Sevilla había pedido justicia. Él le conto el caso como pasaba. El rey le dijo:
-¿Serás tú hombre para matarle, pues no te hacen justicia?
-Sí, señor -respondió.
-Pues hazlo así -dijo el rey.
Esto era víspera de la fiesta del Corpus Christi. Y el día siguiente, como el arcediano iba en la procesión bien cerca del rey, dióle dos puñaladas, y cayó muerto. Prendióle la justicia, y mandó el rey que le trajesen ante él, y preguntóle por qué había muerto a aquel hombre. El mozo dijo:
-Señor, porque mató a mi padre, y aunque pedí justicia no me la hicieron.
El Juez de la iglesia, que cerca estaba, respondió por sí, que se la había hecho, y muy cumplida. El rey quiso saber la justicia que le había hecho. El Juez respondió que le había condenado que, en un año, no dijese misa. El rey dijo a su alcalde:
-Soltad a ese hombre, y yo le condeno a que en un año no cosa zapatos."
(D. Antonio Garrido: "Floresta española" )
Te refieres al zapatero que nos cose los bolsillos...?
ResponderEliminarMetáfora irónica propia del arte.
Un saludo