Alguien debería pedir perdón por el timo de la Gripe A; y no me refiero sólo a la Organización Mundial de la Salud, que ha quedado en evidencia y desacreditada, sino a todos aquellos medios de comunicación, tanto audiovisuales como escritos, que se dedicaron durante unos meses a amedrentar a la población con noticias alarmistas e infundadas; alguien debería pedir perdón por malgastar el dinero de los ciudadanos; alguien debería pedir perdón a sor Teresa Forcades, que nos abrió los ojos a muchos con sus claras y documentadas argumentaciones sobre el origen de la gripe, los intereses de las empresas farmacéuticas y el riesgo que suponía vacunarse; alguien debería pedir perdón públicamente, en horarios de máxima audiencia, en las portadas de los periódicos, en vallas publicitarias, si es necesario, porque no es de recibo que cientos de democracias hayan estado, durante unos meses, sometidas al yugo de una dictadura, la dictadura médica; porque no es de recibo que lo hayan estado sus ciudadanos; porque es inadmisible su poder, sin una causa que lo justifique, y mucho menos su conducta, a la que nadie, por ahora, le ha pedido, por los daños causados, la justa compensación.
Felipeángel (c)
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