EPIGRAMAS

Fuése el cesante Ledesma
a confesar, buen cristiano,
y el cura le dijo: -Hermano,
¿comiste carne en cuaresma?
Sollozando con dolor
le contestó el penitente:
-¿En Cuaresma solamente?
¡Ni en todo el año, señor!

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De satírico hace alarde
Nicanor, mediano lírico
y aun más medio satírico;
pero excelente cobarde.
Retado por Pimentel,
herido en su pundonor,
salió al campo del honor...
y volvió a casa sin él.

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Un avaro cayó al mar
y un prójimo allí cercano,
llegó, le pidió la mano
y no se la quiso dar.

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Ayer con mucha aflicción
su cama miró Darío,
y ante el ético jergón
murmuraba el muy bribón...
¿Cuál es más hondo, Dios mío,
mi tumba o mi corazón?

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Al salir del Congreso
un cesante infeliz se quedó tieso.
Ciertas constituciones
no pueden soportar las discusiones.

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Vive en la casa frontera
de la casa donde vivo,
una Socorro hechicera
que me tiene más cautivo
que ratón en ratonera.
Por verla las calles corro
cuanso sale a pie o en coche;
vuelvo a casa, me amodorro,
y despierto a media noche
pidiendo siempre socorro.