"UN RELEVO DEPORTIVO LE DA JULIO AL MES SIGUIENTE"

Un relevo deportivo le da Julio al mes siguiente;

como una bola de fuego está de cuerpo presente,

que malos fueron sus días y abrasadoras sus horas;

que dejó yermos los bosques y negras a las señoras;

que una prima con ardores nos tuvo a todos en vilo;

que no hay modo de sentirse un solo día tranquilo

mientras las playas se llenan de cuerpos exuberantes,

de puñeteros chiquillos y de viejas muy cargantes.

Ya está el verano mediado y se anuncia un nuevo entierro;

el mes de Julio boquea como un moribundo perro

asfixiado entre las ruinas de unos corrales quemados,

de unas aldeas sin gente, de unas casas sin tejados.

En pie de guerra la mina mantuvo viva su lucha,

y atentos a los mercados estuvimos a la escucha,

que en los montes asturianos no cesaba la pelea

ni en el parqué de la Bolsa nacía una buena idea.

A la calle se echó el pueblo a impedir nuevos recortes,

que no hay quien tanta presión ahora mismo la soporte;

que pagan siempre la fiesta los pobres necesitados,

los que no eluden a Hacienda, los enfermos y parados.

Los que mandan, mientras tanto, siguen con sus regalías,

nada cambia en sus costumbres ni de noche ni de día;

hablan, gritan, fantasean con un mundo sin privanza

mientras ellos se procuran  tener bien llena la panza;

si ejercieran la mesura; si  no fueran prepotentes,

tendrían siempre a su lado la buena fe de las gentes,

pero todo en este circo sigue caminos torcidos,

la vida se pone cara, los plazos están vencidos,

y el mes de Julio, en su lecho, le dice a Agosto, bajito:

"Yo me muero, bien lo sé, quemado, loco y maldito."

Felipeángel (c)