viernes, abril 26, 2013

PESPUNTES: "SEIS MILLONES DE PARADOS"

Seis millones de parados son seis millones de oportunidades perdidas, pero dan trabajo a mucha gente: al Gobierno de la Nación, que toma nota de la cifra y promete hacer cuanto sea posible para crear empleo; a los políticos de la Oposición, que aprovechan la coyuntura para impedir que se cree y de ese modo, intentar ganar las próximas elecciones; a las organizaciones sindicales, que siempre fueron de trabajadores y ahora, visto el panorama, serán cada día más de ex-trabajadores; a los funcionarios del INE y del INEM; a los voluntarios de  los Bancos de Alimentos, o de Cáritas, o de todas aquellas parroquias que se preocupan por sus feligreses menos favorecidos; a los médicos de cabecera de la Seguridad Social; a los psicólogos, a los farmacéuticos; a las empresas de pompas fúnebres; a los tertulianos de la televisión y de la radio que hoy se quitan la palabra, como lobos, para despedazar una cifra tan enorme en múltiples cifras que ocultan tras de sí la de una generación perdida, la de los parados de larga duración, la de los cincuentañeros que ahora pasean por los parques en vez de por los sectores de las fábricas, las de las mujeres que han vuelto al hogar, a cuidar a los hijos, hacer la poca compra y remover el puchero.
Seis millones de parados es el mejor  caladero para los empresarios desaprensivos que se mueven en las turbias aguas de la economía sumergida, para los timadores de la fe, para las agencias  de colocación que cobran por conseguirles empleo, para los periódicos que logran vender más cuanto más grandes y alarmantes son los titulares, para las compañías municipales  de transporte público, pues ya nos dicen que ha caído el índice de atascos en las ciudades y los ingresos en las autopistas de pago; en fin, también para todos aquellos que hacen de la desgracia ajena un buen negocio propio.
Seis millones de parados es la  gran baza de la patronal para seguir pidiendo moderación en los salarios y exenciones fiscales; seis millones de parados son una buena razón para que los sindicatos se pongan de una puta vez las pilas y se dejen de discursos derrotistas y politizados. Seis millones de parados no son seis millones de hambrientos pero pueden llegar a serlo si la ineficacia política y la mala gestión económica se asientan definitivamente en nuestro desdichado país.

Felipeángel (c)

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