Este blog no tiene ánimo de lucro; su finalidad es divulgar la cultura,entendida en su máxima expresión. Si algún autor de alguna de las fotos expuestas aquí se siente molesto no tiene más que decirlo y las retiraré inmediatamente.
jueves, agosto 29, 2013
DE ESCRITORES Y PUTAS: FRANCISCO DE QUEVEDO
DESENGAÑO DE LAS MUJERES
Puto es el hombre que de putas fía,
y puto el que sus gustos apetece;
puto es el estipendio que se ofrece
en pago de su puta compañía.
Puto es el gusto, y puta la alegría
que el rato putaril nos encarece;
y yo diré que es puto a quien parece
que no sois puta vos, señora mía.
Mas llámenme a mí puto enamorado,
si al cabo para puta no os dejare;
y como puto muera yo quemado
si de otras tales putas me pagare,
porque las putas graves son costosas,
y las putillas viles, afrentosas.
miércoles, agosto 28, 2013
martes, agosto 27, 2013
LA SEGUNDA OPORTUNIDAD (XV)
De los diecinueve "Mundos de Raquel" que he publicado en "Hormigaciones", "La pipa Pepa" ha sido el más leído, con 1604 visitas, y "Silla atrapada" el menos, con solo una, según Blogger. Este y otros que no tuvieron mejor suerte les volveremos a dar una segunda oportunidad, a ver qué pasa.
LOS MUNDOS DE RAQUEL ( XVIII )
lunes, agosto 26, 2013
CITA A CIEGAS
"Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna..."
GROUCHO MARX
GROUCHO MARX
HABLÓ EL BUEY Y DIJO "MU"
Después de escuchar a la alcaldesa de Cádiz sus opiniones sobre los pobres y Twitter, me he acordado de estos versos que escribió Juan Bautista Arriaza:
Junto a un negro buey cantaban
un ruiseñor y un canario,
y en lo gracioso y lo vario
iguales los dos quedaban.
"Decide la cuestión tú",
dijo al buey el ruiseñor.
Y metiéndose a censor
habló el buey y dijo "mu".
domingo, agosto 25, 2013
jueves, agosto 22, 2013
martes, agosto 20, 2013
lunes, agosto 19, 2013
LA SEGUNDA OPORTUNIDAD (XIV)
Esta entrada sobre Max Aub corresponde al 2 de junio de 2008. Según Blogger sólo ha recibido dos visitas. Max sigue siendo uno de mis escritores predilectos; por ello, creo que se merece una segunda oportunidad.
MAX AUB
Max Aub Mohrenwitz nació en París el 2 de junio de 1903, en el número 3 de la Rue Cité Trevise. Al lado estaba el Folies Bergéres.
Su padre era comerciante, de origen bávaro y su madre, francesa, hija de comerciantes, de origen sajón.
Hace cinco años, la figura literaria de Max Aub fue revisada en múltiples Congresos; se volvieron a editar sus libros y se representaron algunas de sus obras teatrales, con gran éxito de público. Se celebraba su Centenario y unos y otros, políticos e intelectuales, querían estar a la altura.
Hoy en día sus obras no sólo no se reeditan sino que es difícil encontrarlas en las librerías de viejo a un precio asequible.
Yo lo recordé con este artículo, que copio y pego aquí:
EL UNIVERSO DE MAX AUB II
De César González-Ruano no hemos visto sino el perfil desdeñoso de su cara y la uña culera de su mano derecha asomando tras el marco de una exposición pictórica que lo utilizó como excusa pero, afortunadamente, de Max Aub tenemos la aún fresca y olorosa lluvia literaria de su escritura y su teatro, su voz y el chiribiri de sus actividades radiofónicas y cinematográficas que ha caído, mansamente, durante estos últimos meses para que nos mojáramos con su humanidad, nos caláramos hasta los huesos con su conocimiento, cautivara nuestras mentes con su seducción.
Lo triste de todo esto es que no fue siempre así. En vida Max Aub se tuvo que conformar con ser un escritor sin lectores, un autor de teatro sin candilejas ni público, un poeta sin oído y sin musa, la cenicienta a la que ahora, de cuerpo presente, han invitado al baile de gala de la literatura para que el gran público ignorante contemple su prodigioso zapato de cristal.
A Max Aub Mohrenwitz (París, 1903 - Ciudad de México, 1972) le tocó vivir tiempos duros. Viajante escritor y escritor viajero, cosmopolita y trasterrado, apátrida y más español que algunos paisanos que se tenían por tal fue, sobre todo, un hombre comprometido con su tiempo, un intelectual para quien "los problemas políticos son problemas morales". Esta concepción de la vida pública como un ejercicio de honestidad y decencia, virtudes que exalta por encima de otras en el quehacer diario de la política, debiera servir y servirnos de reflexión en los tiempos que corren, nada proclives al examen de conciencia y el propósito de enmienda, a la autocrítica y a la moralidad.
Para Max Aub "la certeza es la fe. La duda, la literatura". El ser o no ser de su obra lo va desgranando libro a libro con la paciencia de un tipógrafo y la soledad de un amanuense. Treinta años tarda en construir "El laberinto mágico". No ve la vida que tiene ante sus ojos como una pared que deba describir siempre con un enlucido uniforme sino como un poliedro con múltiples caras, ángulos y aristas que, por su complejidad, le brinda diferentes interpretaciones. En esa amplia, certera y lúcida visión de las cosas se mueve su escritura y, así, podemos encontrarnos con la vida imaginada de Jusep Torres Campalans o con la muerte de Franco, a manos de un mesero, el día del Desfile dela Victoria , con sus obras teatrales apenas representadas o con la amargura que destilan sus "Diarios" o "La gallina ciega". Todo lo abarca, todo lo toca. Escribe para no olvidarse de lo que vio y vivió; escribe para quedar.
El centenario de Max Aub ha servido, por tanto, para dar a conocer su obra pero, también, su vida, el interés que sintió siempre por las vanguardias y el arte, el mundo del teatro, la radio o el cine. Para ello se han realizado exposiciones, mesas redondas, montajes, congresos, documentales y cursos de verano; se han editado muchos de sus libros y se han proyectado, en diferentes filmotecas, las películas en las que, de algún modo, participó.
El último pensamiento de su "Diario" lo escribió el 13 de junio de 1972: "Pase lo que pase: sólo la ignorancia es mala".
A Max Aub Mohrenwitz (París, 1903 - Ciudad de México, 1972) le tocó vivir tiempos duros. Viajante escritor y escritor viajero, cosmopolita y trasterrado, apátrida y más español que algunos paisanos que se tenían por tal fue, sobre todo, un hombre comprometido con su tiempo, un intelectual para quien "los problemas políticos son problemas morales". Esta concepción de la vida pública como un ejercicio de honestidad y decencia, virtudes que exalta por encima de otras en el quehacer diario de la política, debiera servir y servirnos de reflexión en los tiempos que corren, nada proclives al examen de conciencia y el propósito de enmienda, a la autocrítica y a la moralidad.
Para Max Aub "la certeza es la fe. La duda, la literatura". El ser o no ser de su obra lo va desgranando libro a libro con la paciencia de un tipógrafo y la soledad de un amanuense. Treinta años tarda en construir "El laberinto mágico". No ve la vida que tiene ante sus ojos como una pared que deba describir siempre con un enlucido uniforme sino como un poliedro con múltiples caras, ángulos y aristas que, por su complejidad, le brinda diferentes interpretaciones. En esa amplia, certera y lúcida visión de las cosas se mueve su escritura y, así, podemos encontrarnos con la vida imaginada de Jusep Torres Campalans o con la muerte de Franco, a manos de un mesero, el día del Desfile de
El centenario de Max Aub ha servido, por tanto, para dar a conocer su obra pero, también, su vida, el interés que sintió siempre por las vanguardias y el arte, el mundo del teatro, la radio o el cine. Para ello se han realizado exposiciones, mesas redondas, montajes, congresos, documentales y cursos de verano; se han editado muchos de sus libros y se han proyectado, en diferentes filmotecas, las películas en las que, de algún modo, participó.
El último pensamiento de su "Diario" lo escribió el 13 de junio de 1972: "Pase lo que pase: sólo la ignorancia es mala".
3/9/03
Felipeángel (c )
CASAS DE ACOGIDA (V)
Fotografía: Felipeángel (c)
Me pareció el árbol la casa de acogida más apropiada para un libro como "La Araucana", el extraordinario poema épico de Alonso de Ercilla; no escogí un hueco ni la base ni una rama alta en la que se columpian las tórtolas, sino el tronco firme, ligeramente inclinado, con su textura correosa y su imponente vitalidad; quería que allí echara raíces, que la corteza en la que originariamente fue escrito se hermanara con la corteza de este árbol del parque de El Retiro; que al sentirlo tan cercano, lo sintieran, como si estuviera encima de sus hombros, el fornido Tucapelo, o el musculoso Lincoya, o el tuerto Caupolicán, tres de los bravos araucanos que pelearon contra las tropas de Valdivia.
Quien lo haya leído se habrá enfrentado a una de las historias más crueles que se hayan escrito, a raudales de heroísmo, muerte y dolor, a descripciones de una crudeza tal que parecen cinematográficas, y a la tenacidad de un pueblo, el de los mapuches chilenos, que no se dejaron doblegar por los conquistadores españoles. El verso de Alonso es vibrante; admira el soldado-poeta el pundonor y la valentía de estos hombres apegados a su tierra, hermosos y arrogantes; canta su destreza montando a caballo, manejando sus rústicas armas, peleando cuerpo a cuerpo con hombres venidos de tierras lejanas en busca de gloria, fortuna y honor. Quien lo haya empezado le costará continuar; si lo cierra, convocará al silencio, pero, si vuelve a abrirlo, oirá los gritos de los jinetes, el estruendo de los cañonazos, el batir de las espadas, y los pocos gemidos de amor en las plácidas noches de paz entre batalla y batalla.
"La Araucana" contiene treinta y siete cantos como treinta y siete campanadas; unos dirán que tocan a muerte; otros dirán que tocan a gloria; yo les he buscado un remanso de paz, muy cerca del Palacio de Cristal, para que duerman su inmortalidad los soldados españoles y los guerreros indígenas; tal vez ya estén en otras manos; solo deseo que les haya buscado un altar para las ofrendas tan apegado a la naturaleza como este, un altar en el que se oiga el murmullo del agua como si fuera el caudal del Biobío, el gran río chileno del gran pueblo araucano.
Felipeángel (c)
Felipeángel (c)
CITA A CIEGAS
"Tres facultades hay en el hombre: la razón que esclarece y domina; el coraje o ánimo que actúa, y los sentidos que obedecen".
PLATÓN
PLATÓN
domingo, agosto 18, 2013
miércoles, agosto 14, 2013
POLTERGEIST POPULAR
Vive Mariano Rajoy en su televisor de plasma como Diógenes de Sinope vivía en su tonel, y desde allí entona el "no nos moverán" de Joan Báez, convertido en el nuevo himno pepero de Juan Salvador Gaviota, que ya no puede salvar a nadie salvo a sí mismo; si lo consigue o no lo veremos a la vuelta de sus vacaciones pontevedresas; mientras tanto, los que fueron corruptos en otros tiempos le piden que abandone el poder, que reconozca que mintió en sede parlamentaria, que diga la verdad, que dimita, que se vaya. Francamente, aunque Mariano de Génova se encuentre ahora mismo entre la espada y la pared, entre la daga silenciosa de los suyos y el muro inamovible de la oposición, no creo que lo haga, no será el fin de la cita con la historia, que puede recordarle como Mariano el Cínico, ni siquiera el fin de esta democracia tramposa en la que, unos y otros, los que ahora gobiernan y los que antes gobernaron, la han utilizado para sus propios fines, muy distintos del espíritu y la letra de la Constitución. Este cinismo de Mariano no tiene nada que ver con el que practicaba Diógenes, que consideraba que el robo es inadmisible, que defendía las virtudes morales y despreciaba los placeres mundanos; uno no ve nada fácil que Mariano prescinda de buenas a primeras del despacho presidencial, del minué sinuoso de las Cumbres Europeas, del apretón de manos de los que manejan los hilos de la política mundial, del guardaespaldas que, tal vez, prueba antes su comida o rastrea su dormitorio en busca de micrófonos ocultos; uno no cree que de pronto renuncie a la erótica del poder, a tocar pelo electoral, a que le dejen de dar palmaditas en la espalda la cuadrilla de pelotas y lameculos, zalameros e interesados que siempre acompaña a quien tiene en su mano tomar las grandes decisiones del gobierno de la nación para levantar la moral ciudadana bajando, de paso, la prima de riesgo.
Mariano no ha hecho otra cosa que intentar vivir bien, poniendo en práctica ese aserto que afirma que la vida es cara, que la hay más barata, pero ya no es vida. Los que vamos añadiendo a la nuestra los renglones de la supervivencia sin saber si cubriremos la totalidad de la hoja en blanco, no salimos de nuestro asombro. Mariano de Génova, con el cinismo de estos tiempos que corren, podría hacer suya aquella frase que Diógenes pronunció cuando le desterraron de Sinope: "Ellos me condenan a irme y yo les condeno a quedarse", dándole el conveniente giro argumental: "Ellos me condenan a irme, pero no me voy, y yo les condeno a quedarse en la Oposición, al menos hasta las siguientes elecciones legislativas".
Diógenes, como es sabido, no aspiró a gobernar Atenas; vivió en la pobreza, malviviendo en un tonel como un asceta, y, a veces, recorría sus calles con un farol buscando un hombre honesto. Mariano no puede, por ahora, encontrar un hombre honesto para presentarlo en la ágora pública; incluso muchos ciudadanos dudan de su honestidad; Mariano no tiene linterna que le alumbre en su laberinto de cuentas, sobresueldos, pagos en B y contraprestaciones, y nos parece que su imagen va palideciendo a pasos agigantados dentro del televisor de plasma en el que vive, se va alejando de nuestro salón, de las intimidades del dormitorio comunal, y mucho nos tememos que cualquier noche de tormenta democrática en la que se nos ha olvidado apagar la caja tonta nos dé un buen susto apareciendo como un alma en pena en una nueva y terrorífica entrega de la película Poltergeist.
Felipeángel (c)
martes, agosto 13, 2013
MODESTO LAFUENTE: "¿QUÉ SE HAN HECHO LOS CAUDALES?"
¿Qué se han hecho los caudales
de los bienes monacales?
y las rentas nacionales
¿en qué se emplean?
¿Qué se hace de los millones,
de tantas contribuciones,
donativos a empellones
y otras gabelas?
Los frailes no están pagados,
ni cobran los retirados;
pero hay tantos empleados
que es un contento.
A las viudas no se paga,
la miseria se propaga,
con que alguno se lo traga,
y no hay falencia.
Dicen que en el ministerio
está todo el gatuperio
y que él es el cementerio
del oro y playa.
Yo digo que en el potaje
entran de todo linaje,
y que es un puro agiotaje
lo que ellos arman.
Lo que iba a amortización
cantarlo el kirieleisón
porque mejor pozo airón
jamás se ha visto.
Ahora por tesorería
se paga la frailería;
¡a Dios, a Dios, paga mía!
ya no te aguardo.
Pues a lo que va a parar
a la hacienda militar
también se le puede echar
el recorderis.
Que son los interventores,
comisarios y factores
una casta de señores
que Dios me libre.
Y no son menos polillas
los jefes de partidillas
que los pueblos y las villas
van recorriendo.
Piden doscientas raciones
para catorce pelones,
y si un poco te repones,
anda la espada.
De este modo yo no dudo
que esté el soldado desnudo,
y haya oficial bigotudo
con cintos de onzas.
Para muchos es cucaña
el que siga en nuestra España
el embrollo y la patraña,
y dure la guerra.
Y dicen, y con razón,
si se acaba la facción,
¿qué sufre tanto ladrón
como ha de haber?
Y entretanto una gavilla
va haciendo su pacotilla
apropiando cuanto pilla,
¿y esto no es robo?
Así se nos ve medrar
y como el cangrejo andar,
que para desesperar
nada nos falta