Presume el capitán de su pistola
Que limpia con esmero en la bañera.
La tuvo entre sus manos la niñera
Y, en trance de guardarla, se fue sola.
Dejóse acariciar como una ola
La noble perfumada y treintañera;
Con nardos adornó su cabellera
Y el ramo recibió hasta la bola.
De nada sirven galas y galones
Si el cuerpo no se mide en el combate
Con furia y con ardores desatados.
Si el año es una copa de ilusiones
Conviene darle presto buen remate
Y ver a los sentidos bien colmados.
1/1/10
Felipeángel (c)
No hay comentarios:
Publicar un comentario