Se quejaba Pío Baroja en sus "Memorias" de los archiveros y bibliotecarios con los que tuvo que lidiar en el curso de su investigación sobre la vida de Avinareta. No vivimos tiempos mejores. Hay lugares como la bien surtida Hemeroteca Joaquín Leguina en que los trámites son mínimos y las facilidades, máximas. Todos sus funcionarios son educados y tienen una gran disposición para ayudar a quien lo necesita.
La Hemeroteca Municipal de Madrid ya es otra cosa. La mayoría de su personal tienen tantos años y tanto polvo guardado en sus guardapolvos como los periódicos que traen de vaya usted a saber qué simas, que profundos avernos literarios, qué intricadas cuevas y covachuelas. Algunos te los ofrecen incompletos y en bastante mal estado; otros, ni siquiera aparecen; las fichas, guardadas en unos ficheros sacados de las catacumbas del franquismo, son farragosas; las salas no disponen de aire acondicionado y la actitud general de los chupatintas recuerda más al "vuelva usted mañana", de los tiempos de Larra, que a este siglo XXI en que el acceso a la cultura no está reñido con los buenos modales y las nuevas tecnologías.
He ido, por tanto, a la Joaquín Leguina y lo he hecho movido por la curiosidad, más que nada, a ver si encontraba la lista de los que fueron a La Habana en 1995.
Pensé que uno de los retratados por Andrés Trapiello era Manuel Vázquez Montalbán pero no; el escritor catalán se quitó de en medio, como tantos otros, y rehuyó darle loas al Régimen de Fidel Castro.
Pensé que uno de los retratados por Andrés Trapiello era Manuel Vázquez Montalbán pero no; el escritor catalán se quitó de en medio, como tantos otros, y rehuyó darle loas al Régimen de Fidel Castro.
La información la he encontrado en la edición del ABC, correspondiente al dis 30 de septiembre de 1995, y en el ABC CULTURAL del 29 del mismo mes y año.
Algunos de los elegidos para este viaje, que le costó 100 millones de pesetas al erario público, forman parte de lo que Trapiello llama, con gracia, el Club de las almendritas saladas; otros, da la impresión de que no.
Son éstos: Luis González Seara, Carmen Martín Gaite, Juan José Armas Marcelo, Juan Marsé -¿fue él el que increpó a la ministra?-, Luis Alberto de Cuenca, Luis Racionero, Rafael Conte, Miguel García Posada, Antonio Gala, Jose Manuel Caballero Bonald, Luis Suñén, Antonio Martínez Sarrión, Jenaro Talens, Lourdes Ortiz, Xavier Rubert de Ventós...
Aquéllo se llamó "España-Cuba.1995. Un encuentro cultural" y duró tres meses, aunque la mayoría de escritores no estuvieron más de veinte días.
Uno o dos días antes, Francisco Umbral dijo, en la presentación de un libro suyo, que "el hombre es un lobo para el hombre y el escritor es carroña para otro escritor". A lo mejor es que quería ir también a Cuba.
Ah, se me olvidaba. La foto corresponde al escritor Antón Arrufat, del que Trapiello se hizo amigo y que terminó prologando, dos años después, su libro "De las pequeñas cosas".
Felipeángel (c)
Felipeángel (c)
No hay comentarios:
Publicar un comentario