sábado, agosto 09, 2008

LOS POETAS Y EL VERANO ( II )

El verano no es un gran tema poético pero sirve de hermoso decorado para poetizar otras cosas. Carmen Jodra (Madrid-1980) sin embargo, lo canta, exaltada de gozo, como una mora que se saborea en el cálido remanso nocturno:

DÍAS DE TREINTA GRADOS

Es verano por fin. Por la mañana,
los jardines en flor, recién regados,
cantan su exuberante vida y sana
en mil aromas vagos.

Es verano por fin. A mediodía,
el sol hace empaparse nuestras sienes
de sudor animal, y una alegría
salvaje nos enciende.

Es verano por fin. Al caer la tarde,
un brillo anaranjado el aire tiene.
Arde una rosa, y la mejilla arde
de un bello adolescente.

Es verano por fin. Y por la noche,
una brisa estelar refresca el mundo,
y no hay lugar para ningún reproche.
Es verano por fin. !Que dure mucho! (1)



Ese verano, que corteja a las flores y pone a punto el rijo de los poetas adolescentes, deja las calles vacías de las grandes ciudades y un rastro de solitarias pisadas sobre el asfalto.
Orlando Hamlet Hardy Brenno Benedetti Farugia, Don Mario (Paso de los Toros,1920) supo ver como nadie esa transformación urbana en el paisaje estival del viejo Madrid. Me parece aún oir su voz recitando los primeros versos de "Pausa de Agosto":

Madrid quedó vacía
sólo estamos los otros
y por eso
se siente la presencia de las plazas
los jardines y fuentes
los parques y glorietas

como siempre en verano
madrid se ha convertido
en una calma unánime
pero agradece nuestra permanencia
a contrapelo de los más

es un agosto de eclosión privada
sin mercaderes ni paraguas
sin comitivas ni mítines....(2)


Antonio López: "Gran Vía"



Arturo Ledrado (Madrid-1959) en cambio, nos ofrece, en una sola pincelada, otra manera de ver el verano madrileño:

TARDE DE AGOSTO

de la calle del Gobernador
-que no gobierna nada-
a la plaza de Atocha
-gloria al emperador don Carlos V-
sólo
calor
un mendigo
y moscas (3)


El gran destino del ciempiés urbano, su gran meadero, es el mar, donde los cuerpos se cubren de salitre y el sol los dora en la playa.
Luis Melgarejo (La Zubia, Granada-1977) atrapó ese instante veraniego en el que el tiempo y el placer van a distintas velocidades:

/mar en calma


.el verano es una costa de placeres
queda fuera de almanaques no funcionan
los relojes ni las huchas
si tu cuerpo
bienamada dura inmenso y mar en calma
sin descanso
todo es música terrena
crudo embate sin estruendo pan salado
que nos colma y no destruye luz al viento (4)


José María Parreño (Madrid-1958) unió el verano al viaje, o a múltiples viajes de variada índole, psicodélicos o no, en un poema que siempre recuerdo con agrado porque estuvo expuesto en los andenes del Metro de Madrid, cuando la poesía ya no era un arma cargada de futuro sino un juego malabar con resonancias beatniks. Comienza así:

íbamos pink floyd ciento cuarenta
camino del verano,
dentro del cuerpo todo
lo que uno piensa,
si es que sigue pensando,
que puede resistir
sin que estalle la nuca
y pierda el mundo
su escasa consistencia.
personalmente iba también ciento y bastantes
latidos por minuto,
cada vez más lejos del edén,
en digna caída libre
hacia mi queli,
como nos dijo él
y hacia el futuro,
lugar que a estas alturas
uno conoce más o menos por postales
y más valdría quedarnos donde estamos....(5)


Hablamos del verano y lo hacemos sin pensar que, en otras partes del mundo, es invierno. Angel González (Oviedo,1925-Madrid, 2008) poetizó ese contraste de las estaciones, unido al amor, en su hermosa "Canción de invierno y de verano":

Cuando es invierno en el mar del Norte
es verano en Valparaíso.
Los barcos hacen sonar sus sirenas al entrar en el puerto de Bremen con jirones de niebla y de hielo en sus cabos,
mientras los balandros soleados arrastran por la superficie del Pacífico Sur bellas bañistas.
Eso sucede al mismo tiempo
pero jamás en el mismo día.

Porque cuando es de día en el mar del Norte
-brumas y sombras absorbiendo restos
de sucia luz-
es de noche en Valparaíso
-rutilantes estrellas lanzando agudos dardos
a las olas dormidas.

Cómo dudar que nos quisimos,
que me seguía tu pensamiento
y mi voz te buscaba- detrás,
muy cerca, iba mi boca.

Nos quisimos, es cierto, y yo sé cuánto:
primaveras, veranos, soles, lunas.

Pero jamás en el mismo día.(6)


Victor Hugo escribió que "la melancolía es el placer de estar triste". César Vallejo(Santiago de Chuco, La Libertad, 1892-París, 1938) unió ese sentimiento al verano en el poema LXVII de su libro "Trilce":

Canta cerca el verano, y ambos
diversos erramos, al hombro
recodos, cedros, compases unípedos,
espatarrados en la sola recta inevitable.

Canta el verano y en aquellas paredes
endulzadas de marzo,
lloriquea, gusanea la arácnida acuarela
de la melancolía. (7)


De ese verano austral Pablo Neruda (Parral, 1904-Santiago de Chile,1973) nos dejó un hermoso poema donde, al calor del día y los amantes, acude el viento y la tormenta:

Es la mañana llena de tempestad
en el corazón del verano.

Como pañuelos blancos de adiós viajan las nubes,
el viento las sacude con sus viajeras manos.

Innumerable corazón del viento
latiendo sobre nuestro silencio enamorado.

Zumbando entre los árboles, orquestal y divino,
como una lengua llena de guerras y de cantos.

Viento que lleva en rápido robo la hojarasca
y desvía las flechas latientes de los pájaros.

Viento que la derriba en ola sin espuma
y sustancia sin peso, y fuegos inclinados.

Se rompe y se sumerge su volumen de besos
combatido en la puerta del viento del verano. (8)


Al gran poeta nicaragüense Ernesto Cardenal tuve la satisfacción de saludarle en el Ateneo de Madrid. No hacía mucho que había leído su "Nueva Antología Poética" y, después del hermoso recital que nos ofreció, acostumbraba a declamar sus versos imitando el característico tono de su voz. Nunca lo conseguí del todo porque me faltaba la esencia de su mirada, la misma que puede rastrearse en su extenso poema "Hora 0", del que extraigo una parte, la que nos habla del verano en aquellas tierras:

En abril, en Nicaragua, los campos están secos.
Es el mes de las quemas de los campos,
del calor, y los potreros cubiertos de brasas
y los cerros que son de color de carbón:
del viento caliente, y el aire que huele a quemado,
y de los campos que se ven azulados por el humo
y las polvaredas de los tractores destroncando;
de los cauces de los ríos secos como caminos
y las ramas de los palos peladas como raíces;
de los soles borrosos y rojos como sangre
y las lunas enormes y rojas como soles,
y las quemas lejanas, de noche, como estrellas...(9)


Felipeángel (c)


NOTAS

(1).-CARMEN JODRA DAVÓ: "Las moras agraces" -Poesía Hiperión, Nº 357- 5ª Edición, enero,2000 -Ediciones Hiperión S. L. -Madrid.
(2).-MARIO BENEDETTI: "Preguntas al azar "-Colección Visor de Poesía ,nº 211-Visor Libros-Madrid-1986.
(3).-ARTURO LEDRADO: "Arqueología submarina" -Textos Amarillos, nº 2-1ª Edición ,Febrero 2000 -Asociación Cultural Prima Littera- Rivas-Vaciamadrid.
(4).-LUIS MELGAREJO: "Libro del cepo "-Poesía Hiperión, Nº 377 -Primera Edición, Mayo,2000- Ediciones Hiperión S .L. -Madrid.
(5).-JOSE MARÍA PARREÑO: "Fe de erratas "-Área de Cultura de la Excma. Diputación Provincial-Málaga- 1990.
(6).-ANGEL GONZÁLEZ: "Poemas "-Letras Hispánicas, Octava Edición-Ediciones Cátedra (Grupo Anaya S.A.) -Madrid- 2001.
(7).-CÉSAR VALLEJO: "Trilce" -Las Américas Publishing Co.- New York.
(8).-PABLO NERUDA: "Veinte poemas de amor y una canción desesperada "-2ª Edición, Noviembre de 1976- Editores Mexicanos Unidos S. A.
(9).-ERNESTO CARDENAL: "Nueva Antología Poética" -1ª Edición, 1978 -Siglo XXI Editores S. A.- México.

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