viernes, septiembre 06, 2013

CASAS DE ACOGIDA (VI)


Fotografía: Felipeángel (c)

En la sombra he puesto a "Don Segundo Sombra", la excelente novela de Ricardo Güiraldes, pero hay aquí más sombras de lo que parece; está la sombra del protagonista, el guacho Cáceres, y su segunda sombra, la de su padrino, Don Segundo Sombra, a cuyo abrigo se acoge, desde que era un niño atorrante hasta que hereda las tierras y la tropa de su protector, Don Fabio. En esos años se convierte en resero, cabalga petisos, doma pingos y duerme sobre el recado después de fatigosas jornadas de duro trabajo. Como todo buen gaucho que se precie, sabía poner la pava al fuego,  llenar el poronguito en la yerbera, y chupar en la bombilla los dulces o los amargos; sus pilchas eran las características del gaucho pampeano: el chiripá, las botas, el chambergo, la camisa y el pañuelo al pescuezo para estar más paquete; con quince años tuvo una china morocha entre sus brazos y oyó sus gemidos en la tierra blanda de un maizal; pelió por hembras años más tarde pero nada dice Güiraldes de que alguna llevara al altar cuando ya era un hacendado copetudo y tenía una considerable tropa de ganado en su estancia.
Con Don Segundo conoció los días de arreo bajo un sol demoledor o una lluvia copiosa y avasalladora; vio los grandes rodeos; aprendió a domar bravos pingos; oyó sus largas historias, ligando amargo tras amargo, como aquella memorable del herrero Miseria; apostó en las peleas de gallos y en las carreras de caballos; tuvo plata y la perdió, pero su suerte vino en forma de carta firmada por Don Leandro Galván, en la que le comunicaba la muerte de su padre. Todo eso está en esas páginas editadas en Cuba; probablemente el sueño cayó sobre ellas como una parva sobre un chingolo mientras el Parque del Retiro se iba llenando de un rumoroso galope de la tropilla de un pelo del gaucho Cáceres, y por el zapateado de un triunfo o un prado en el que Don Segundo recita estos versos:

Yo soy un carnero viejo de la majada´e San Blas.
Ya me han visto por delante...
...ahora mirenmé de atrás.

Felipeángel (c)

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