LA BOCA DE RAJOY

Ayer vi esta comparecencia de Mariano Rajoy en el Telediario y lo primero que me llamó la atención no fueron sus palabras sino su boca. Los asesores de imagen, que tanto se suelen preocupar por los pequeños detalles, no debieron controlar muy bien lo que comió o bebió el Presidente en el ambigú de la FAES, y ahí lo tenemos, ante las cámaras, dándonos la impresión de que no se ha lavado los dientes. ¿Será dejadez o es que le metieron prisa después de haberse llevado al coleto un buen trago de vino  o un café sólo, fuerte y concentrado? ¿Responderán esas señales oscuras al uso y al abuso de un puro habano o será un rito iniciático como el de los dos enamorados de "El Patriota"? No lo sabemos, pero todo parece indicar que los susodichos asesores  han optado por un perfil bajo, de ciudadano medio, en la imagen del Presidente, sin corbata, con la camisa desabrochada, y esas manchitas en la barba y en los labios que pueden  ser pelos, una herida,  o un resto culinario como el que solía ponerse Valle-Inclán para dar la impresión de haber comido.

Tal vez estamos ante la  representación escénica de los recortes; ya no hay medicina gratis para los jubilados, pero tampoco hay  dentrífico para el padre de familia ni servilletas para el comensal. Después de ésto, los odontólogos se echarán las manos a la cabeza, pues ya nadie acudirá a sus consultas; los vendedores de corbatas retocarán  aquel viejo anuncio de los años oscuros que decía "los rojos no llevan sombrero", para poder vender alguna, y muchos   empresarios de  hostelería volverán a poner el rollo de papel higiénico sobre la barra como en la caseta del PSOE en las fiestas de Vicálvaro.. Vienen tiempos duros y para recalcar este pronóstico se recurre al tono gris de la chaqueta, al triste aliño indumentario, poético y machadiano, al vaso de agua que ni te darán de beber ni la dejarán correr, y al anillo de oro, que tal vez termine en los sótanos de Bankia o en los del Monte de Piedad, junto a las Descalzas Reales.
La boca de Rajoy es el paradigma de los años oscuros que nos tocará vivir y, mientras esa boca no se arregle o se limpie, los españoles estaremos abocados a caer en un pozo sin fondo y sin fondos.

Felipeángel (c)