miércoles, julio 25, 2012

PESPUNTES: "POR LA BOCA MUERE EL PEZ"

A Esperanza Aguirre le debe sentar mal el cava que sirven en las bodas pijas de La Fresneda, la finca familiar escurialense más conocida como La Granjilla, porque, de un tiempo a esta parte, no para de soltar frases propias de un sainete de don Carlos Arniches.
A principios de año la oímos decir, a micrófono abierto, que "hemos tenido la inmensa suerte de poder darle un puesto a IU quitándoselo al hijoputa", refiriéndose a un consejero de Caja Madrid cercano al actual Ministro de Justicia, don Alberto Ruiz Gallardón.
No hace ni dos meses la lió parda pidiendo que la final futbolística de la Copa del Rey se jugara a puerta cerrada para evitar ultrajes a la bandera, como si  no fuera un ultraje la suciedad y el descuido que sufren muchas de ellas en tantos y tantos edificios públicos madrileños, desde colegios hasta polideportivos, como ya hemos demostrado reiteradamente en este blog.
Pocos días más tarde nos salió con que si había que cambiar la Ley Anti-tabaco, para que EuroVegas se construyera en la Comunidad de Madrid, se cambiaría, pasándose por el forro presidencial todas las recomendaciones de la OMS, y creando  un agravio comparativo entre este proyecto, que tiene toda la pinta de  ser un gran timo, y los numerosos empresarios hosteleros que, muy a su pesar, han tenido que acatar la normativa vigente.
Luego dijo aquello de que el Tribunal Constitucional debía desaparecer, dándonos una muestra evidente de la consideración que le merece uno de los pilares fundamentales de nuestro Estado de Derecho, y otras lindezas por el estilo, como que la fusión de Caja Madrid con otras seis entidades fue un matrimonio a punta de pistola, o de que se tienen que terminar los subsidios, las subvenciones y las mamandurrias.
Como siga por este camino, a doña Esperanza Aguirre se le va a acabar el oremus más rápidamente que a don Mariano Rajoy, al que algunos ya le están recortando la hierba debajo de los pies.  
Hoy un grupo de manifestantes han pedido su dimisión en un acto de entrega de diplomas en la Academia de Policía de Madrid, y le han echado en cara lo de la  mamandurria, vocablo que el DRAE define como "sueldo que se disfruta sin merecerlo, sinecura, ganga permanente."; pero ella, más chula que un ocho, con ese garbo con que solo pisan las gatas de Lavapiés, se ha puesto su vestido veraniego de funeral y, en vez de saludar a los nuevos policías, se ha ido al entierro de don Gregorio Peces-Barba, lejos de los pitos, silbidos y exclamaciones, que siempre queda mejor por televisión.

Felipeángel (c)

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