jueves, marzo 28, 2013

PESPUNTES: "LAS ANDANZAS DE JUAN LANZAS"

Todos los días aparecen en los programas informativos los mismos nombres relacionados con la corrupción pero he aquí uno que tiene la suficiente sonoridad para convertirse en un personaje literario: Juan Lanzas. Con él podríamos pergeñar una secuela moderna del sublime género  picaresco. El título podría ser uno tan rotundo como su nombre: "Las andanzas de Juan Lanzas", que él rehuye. El tipo lo tiene todo: un aire popular y sanchopancesco, con sus calva incipiente, la barba a dos colores, la barriga cervecera y las gafas de sol; solo le falta el palillo en la boca, el cigarrillo en los dedos y el Rolex en la muñeca. Pícaro y sindicalista son dos términos que nuestra democracia ha ido acercando irremisiblemente; lo hemos visto en la negociación de muchos convenios, en el uso abusivo que se hace de las horas sindicales, en las contraprestaciones que algunos espabilados, como Juan Lanzas, han sacado de su privilegiada condición, pero éste es el indiscutible maestro, la salsa picante de todos los guisos de los ERE, que diría la diputada de IU, Alba Doblas, el que coge la manteca y la guarda debajo del colchón, no vaya a ser que monten de pronto un corralito y se quede sin un euro, el conseguidor, dicen unos, el logrero, piensan otros, un lazarillo que durante una década no ha dado ni un solo palo de ciego; todo lo contrario: del racimo de las uvas de los ERE, mientras unos se comían una, éste parece que se comía dos.
Hoy nos cuentan que tiene un patrimonio millonario en el país de la crisis, los desahucios   y los seis millones de parados, todo un ejemplo para salir a la calle a protestar detrás de una pancarta contra los recortes, la austeridad y la corrupción. A lo mejor decide hacer una buena obra y cede sus pisos a personas sin recursos, o dona su dinero a los comedores sociales, o escribe un libro sobre sus andanzas que termine convirtiéndose en el best-seller de la novela picaresca, que nunca consiguieron, en su tiempo, ni "El buscón", de Francisco de Quevedo, ni Estebanillo González, el último pícaro y el penúltimo, ahora que Juan Lanzas, el más jeta de todos, lo ha  desbancado definitivamente.

Felipeángel (c)

1 comentario:

DonGiuliano dijo...

Me tope con el blog, buscando poesía satirica. Lei varias entradas, interesante, volvere,. De paso lei lo del pillo, a mi no se me olvida al igual que los otros de Andalucía. Lo de horas sindicales un desbarre absoluto, se disfutan al maximo como un derecho y no como deber, se apuran y acumulan para emplearlas en chapuzas, otros trabajos , irse de bares y viajes ... he visto tres ejemplos claros en este pueblo y tos relacionados con sanitarios y contado por ellos mismos "es que tengo horas sindicales acumuladas y ...".