Sorprendente la retrospectiva de Nam June Paik (Seúl 1932-Miami 2006) en las salas de la Fundación Telefónica. Aunque sea considerado el padre del videoarte, pocas veces hemos tenido ocasión de ver en Madrid algunas de sus obras.
Sorprende su capacidad para fusionar lo antiguo y lo moderno; lo moderno que se ha quedado antiguo y lo tradicional que se rebela como una propuesta futurista; sorprenden sus robots inmóviles pero llenos de vida y de imágenes; su acercamiento a los mitos y a los arquetipos a través de los elementos de la tecnología moderna y, sobre todo, sorprende, y mucho, el diálogo visual que entablan, por ejemplo, cosas tan dispares como una noble carroza coreana tirada por un caballo construido a base de placas de ordenador y circuitos electrónicos.
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La exposición, que está teniendo una gran afluencia de público y que, curiosamente, relaja las medidas de seguridad, tan estrictas en otras ocasiones, puede verse hasta el 20 de mayo de 2007.
Felipeángel (c)
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