Del tremedal andaluz de las elecciones a las arenas movedizas solo hay un paso; la moral de la victoria se quedó en las encuestas y el rictus de la derrota en la escena del balcón; ni Zorrilla la hubiera igualado ni Valle Inclán se hubiera atrevido a poner las voces del bululú en cualquiera de los presentes; sólo la luna levantaba faldas y era argentado el brillo de las navajas y oscuras las burbujas del cava triunfalista. Todo es amargo un día después; si el tremedal se extiende, si tiembla mañana el suelo al paso de las banderas sindicales, temblará el gobierno de los recortes, del despido y el paro.
Pueblo de trucos y de babeles: ya nadie abrirá el cajón a medio abrir; todo se volverá un jipío de Semana Santa; cada paso tendrá su cruz y sus costaleros; sobre un fondo de saetas, la procesión para unos irá por dentro y para otros será el fúnebre canto que anuncia el poder resucitado. ¡Qué triunfo de la pringá! ¡Qué fracaso de pringaos! ¡Cuánto feriante sin feria y qué dudosa es la luz si no alumbra a los taquígrafos!
Felipeángel (c)
Pueblo de trucos y de babeles: ya nadie abrirá el cajón a medio abrir; todo se volverá un jipío de Semana Santa; cada paso tendrá su cruz y sus costaleros; sobre un fondo de saetas, la procesión para unos irá por dentro y para otros será el fúnebre canto que anuncia el poder resucitado. ¡Qué triunfo de la pringá! ¡Qué fracaso de pringaos! ¡Cuánto feriante sin feria y qué dudosa es la luz si no alumbra a los taquígrafos!
Felipeángel (c)
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