viernes, mayo 31, 2013
PESPUNTES: "ADIÓS, MOURINHO"
Dijo a principio de temporada que era el mejor y ha terminado siendo el peor de los mejores, pero su fracaso tiene premio: un buen finiquito y un futuro prometedor en otro gran equipo de las ligas europeas; mas o menos lo mismo que estamos viendo en este país, en el que se afianza a los políticos que pierden y se da una buena suma de dinero a los que han arruinado muchas cajas con su mala gestión. A Mourinho le ha sobrado soberbia y le ha faltado mano izquierda; si hubiera leído a Fernando Díaz-Plaja tal vez su pecado capital se hubiera quedado en simple pecadillo, pero ya hemos visto que su nivel intelectual no iba más allá de leer las páginas de los diarios deportivos. Si en alguna de sus emotivas ruedas de prensa hubiera citado a Rafael Alberti o nos hubiera leído el poema que Miguel Hernández le dedicó a un portero de su tierra, tendríamos otra opinión bien diferente de él, pero el portugués nos salió argentino y supo venderse por lo que dijo que valía, no valiendo tanto, como se demuestra ahora, ni deportiva ni intelectualmente.
Nos dice el catecismo que contra la soberbia, humildad, y contra la ira, paciencia. José Mourinho no ha sido humilde ni paciente, y he aquí su castigo: no ha conseguido la gloria del triunfo sino las lágrimas de la derrota. Ya no podrá decir que es el mejor; no lo fue en casi nada. Ha dejado un equipo roto y desmotivado; ha desprestigiado un club cuya divisa es la de "caballeros del honor"; ha humillado a Casillas, gran referente del equipo nacional; ha denostado a Pepe y ha conseguido que Ronaldo esté aún más triste que Pablo Neruda cuando escribió sus inspirados versos. Todo un curriculum de presentación para su futuro puesto de trabajo.
Felipeángel (c)
miércoles, mayo 29, 2013
lunes, mayo 27, 2013
CITA A CIEGAS
"Los cuarenta son la edad madura de la juventud; los cincuenta la juventud de la edad madura."
VÍCTOR HUGO
VÍCTOR HUGO
domingo, mayo 26, 2013
jueves, mayo 23, 2013
LA SEGUNDA OPORTUNIDAD (X)
El 13 de diciembre de 2006 publiqué esta entrada que, según Blogger, solo tuvo una visita. Contiene un artículo publicado, por primera vez, el 2 de noviembre de 1998 en el "Diario de Alcalá". En su caso, no le vamos a dar una segunda oportunidad, sino la tercera.
UNA HISTORIA DE FANTASMAS
El 2 de noviembre de 1998 publiqué, en el "Diario de Alcalá", el siguiente artículo titulado "UNA HISTORIA DE FANTASMAS":
Aprovechando la Cumbre de Oporto y dentro del rigor informativo, los cazatalentos de "Caiga quien caiga" le han regalado unas gafas negras a Fidel, quizás porque pensaban hacer lo mismo con Augusto Pinochet pero nadie, ni siquiera ellos, podía imaginarse que The Clinic londinense se iba a convertir en la casa de los espíritus del general ni que tan sano gesto de ofrecerle a alguien de lo que carece podía llenar el nombre del programa de tanto contenido.
Decía César González-Ruano que, para llegar a viejo, era imprescindible tener una mala salud de hierro pero Pinochet, que tanto ha leído a Franco y a los autores franquistas, debía ignorar tan acertada cita cuando, parapetado tras sus gafas oscuras, decidió levantarse en armas contra el Gobierno legítimo de Salvador Allende. De no ser así, cuesta trabajo entender que derrochara tan pródigamente durante su "Caiga quien caiga" dictatorial lo que, en buena lógica, iba a necesitar a manos llenas en sus últimos años senatoriales.
Esta falta de previsión, este dispendio ferruginoso han sabido aprovecharlo los fantasmas de sus víctimas apropiándose, durante las horas de vigilia, de un modo sobrenatural y sin la menor sospecha, del hierro sobrante de su cuerpo hasta conseguir minar su salud y adormecer su conciencia para que se viera en la necesaria obligación de trasladarse a un país extranjero y, en pleno ataque de impunidad, curarse los achaques y la nostalgia.
Aún no hay fotos del confinamiento y, seguramente, no las habrá pero en esta historia de fantasmas cuesta poco imaginarse la habitación hospitalaria del Dictador como los andenes del underground de Picadilly Circus en hora punta, llena de espíritus, que sólo él ve, coreando su nombre y de ahí, de esa aglomeración de víctimas de su mandato alrededor suyo, proviene su sufrimiento, su postración, su quebranto.
A Pinochet, como si se tratara de un cuadro de El Bosco, le acosan los fantasmas; le han puesto una verja invisible a su libertad los que, en un momento dado de la historia reciente de Chile, no la tuvieron; es el tío vivo en el gran parque del horror de los tíos muertos y, entre vuelta y vuelta, son los fantasmas quienes rompen en pedacitos el sueño de su razón porque terminó creando monstruos y, entre giro y giro, a muchos de ellos ya les dará igual cuál pueda ser, en el último momento, su incierto futuro porque, sin sospecharlo siquiera, un día de octubre cayó en el nido de las arañas del tiempo, en el arenal de las cuentas pendientes, y es hermoso que en todo ésto y en esta ocasión no le toque decidir a él.
Ocho años después, Pinochet ha muerto.
Felipeángel (c)
Felipeángel (c)
miércoles, mayo 22, 2013
MUCHO CUENTO: FRANCISCO DE QUEVEDO - "CUENTO DE CUENTOS"
Ello se ha de contar; y si se ha de contar, no hay sino sus, manos á la obra. Digo, pues, que en Sigüenza habia un hombre muy cabal, y muchucho, que diz que se decía Menchaca, de muy buena capa. Estaba casado con una muger, y esta muger era de punto, y mas grave que otro tanto (llámese como se llamare). Tenían dos hijos, que como digo, eran pintiparados; y no le quitaban pizca al padre. El uno de ellos era la piel del diablo; el otro, un chisgaravís, y cada día andaban al morro, por quítame allá esas pajas. El menor era vivo, como una cendra, y amigo de hacer tracamundanas, y baladrón; el padre lo sentía á par de muerte, mas él, ni por esas, ni por esotras. El mayor era hombre de pelo en pecho, y echaba el bofe por una mozuela, como un pino de oro, delicada, veme no me tengas y alharaquienta. Era viuda, y su marido, como digo de mi cuento, murió; y diz que se tuvo barruntos, que ella le había dado con la del Martes. Estuvo en un tris de suceder una de todos los diablos; el padre, que era marrajo, lloraba hilo á hilo, é iba, y venía en estas, y estotras. Y un día, entre otros, que le dió lugar la murria, la dixo su parecer de pe á pa; y seco, y sin llover, mandóla que se metiese en un Convento al proviso. Ella se cerró de campiña; y así se estuvieron erre a erre muchos días, hasta que el padre, que ya estaba enfadado, la dixo; que por tantos, y quantos, que había de hacer, y acontecer; ver veamos si han de ser tixeretas; y en justos y en verenjustos, dió con ella en una recoleccion.
Era la pupilera muger de chapa, y no amiga de carambolas, y el licenciado persona de tomo, y lomo. La moza que vió esto, viene, y toma, y qué hace, y sin mas, ni mas, como quien no quiere la cosa; escribe á su galán, que ya andaba con mosca, diciéndole, que todo era agua de cerrajas, y que ella habia puesto pies en pared; y que quisiese, que no quisiese, se iria con él cantando las tres ánades madre, que atáse él bien su dedo y se riese de toda la zalagarda, y traque barraque.
Pues el diablo del mozuelo, que estaba mas enamorado, que otro tanto, y estaban sobre las afufas; como se vió señor del argamandijo, no hacía más de atrochimoche escribirla billetes, y más billetes, y ella leer, que leerás, á tontas, y á locas. Pues como digo, yendo días, y viniendo días, la pupilera, que tenía pulgas, soltó la taravilla, y dixo rasamente, que ella era muger de sangre en el ojo, y que con ella no había chancharrasmancharas, que anduviese con pie de plomo, y la barba sobre el hombro, porque de manos á boca haria de hecho. La mozuela, que era sacudida, casi casi estuvo para enbedijarse con ella, y levantar una cantera de todos los diablos. Ella se resolvió en decir, que para qué eran tantos arremuescos, y dingollondangos, siendo todo un papa sal; y sepa, que ya estoy el agua hasta aquí. Hacía grandes estremos, diciendo, que bien entendía la zangamanga.
La pupilera lo quiso meter á barato, negando á pie juntillas quanto ella había dicho; el otro hermanillo, que se venía al husmo, se hizo mequetrefe, y faraute del negocio, y por apaciguarlas, empezó a darlas ripio á la mano á sabiendas.
La pupilera se hacía carne llorando, de ver el murmullo, y la tabahola, que habían metido en su casa; el hermanillo, por desmentir espías, la empezó á traer la mano sobre el cerro; y en estas, y estas cata qué hace el diablo, ételo el padre, sin más, ni más, atolondrándose todos, y en bolandas, llegaron á las inmediatas. Dixéronse los nombres de las fiestas, (y hubo muchos dares y tomares) si ha de salir, no ha de salir. Yo saldré, dixo la viuda, zurriando como un rayo: mas esta... Aquí fue ello, que como la tia, no las tenía todas consigo, empezó á tartalear, y diz que dixo: ¿qué ha de haber? Miren quién se mete en docena: Yo la aseguro, que ha caído la viudica en el mes del Obispo. Tanto monta, dixo la mozuela; y replicó la pupilera: no sino el alba. El hermanillo, viendo que andaban al morro; voto á tal, y á cual, que todo lo había de llevar á barrisco. ¿Qué es á barrisco, en mis barbas? dixo el padre: y zas. Llegó á punto crudo el licenciado, cuando andaba el cipizape; metiólos en paz; mas á cada triquete andaban a mía sobre la tuya; y viendo el pelotero, llevósela el padre á su casa, porque no se metiese en dibuxos; y en llegando tris tras á la puerta, el viejo tenía barruntos de que un hermano de la mozuela, que no la quitaba pinta, y tenía muy malas manchas, enguizgaba el negocio, no quiso abrir. Esto fue el diablo, que empezó á decir (y ahora es, y no acaba) que no había de dexar roso ni belloso, ni piante, ni mamante, y que los habia de traer al retortero á todos, y salga si es hombre. El pobre padre no hacía sino chitón, como entendía el busilis; la hija, que olió el poste, y hendia un cabello en el ayre, escurrió la bola, temiendo, que el padre la menearia el zarzo: que hace, sino vase a chitos. El picarón, por no hacer una borrumbada, dixo: arda Bayona, y estos turronazos no con miquis, y acogióse calla callando. Iba la niña saltando bardales, sin decir oxte ni moxte, en busca del bribon, corriendo á puto el postre, con la lengua tan larga
De esto los vecinos tomaban el cielo con las manos, y se desgañifaban, y andaban unos en pos de otros zahiriéndose. No nos hable con sonsonete, dixo uno, que al cabo, ha de venir á la melena. Decía ella: no dixera más pateta; yo he de hacer mi gusto, y esotro es cosa de morenos, y no quiero cuentos con serranos: y de una hasta ciento, que se descalzaban de risa de ver al viejo hecho de hiel; y á ella, que se iba á cencerros atapados, con un zurriburri refunfuñando.
El licenciado, que pensó que ya mordía en un confite, y que eran uña, y carne, con mucha sorna se vino mano sobre mano, hecho gatica de Juan Ramos, diciendo entre sí: yo la haré á la tal por qual, que muerda en el ajo. El padre que le vió venir á lo de mi suegro, y le traía entre ojos, empieza á dar voces, y alza Dios tu ira; y á diestro, y á siniestro le puso del loco, asiéndosele de los andularios, que no podían desengarrafarle, según tenía la hincha con él.
El licenciado daba los gritos, que los ponía en el cielo, mas no se dormía en las pajas: allí fue ella, que el compañero viendo que andaban á pescuezo, le dió un pan como unas nueces, sin irle, ni venirle. A la tabaola se entró un vecino con sus once de oveja, muy sobresaltado, y de hoz, y de coz se metió donde no le llamaban; quiso embestir, mas el bribón puso aldas en cinta. Dixo el pobrete: yo soy hombre de pro, y conmigo no hay levas; yo pajas, dixo el bribón, y asentóle un tanto. El pobre no chistó, ni mistó, y volvióse dado á perros, y jurando, que le habian de dar su recado; y sobre esto hubo la mayor turbamulta del mundo; mas viendo la mozuela, que el bribón la daba en el chiste, estúvose acurrucada, por escusar dimes y diretes.
El picarón andaba listo, como una jugadera, de ceca á meca, engolondrinado, dándose tantas en ancho, como en largo, que le podian hender con una uña.
Esto ha de dar un cruxido, dixo el hermanillo, que estaba de manga; el padre pensaba, que tenía el oro y el moro, y estábase en sus trece, diciendo, que si le hacian, habian de ir rocín, y manzanas, con todos los diablos, y echó de la oseta
La viuda, y el que nos vendió el galgo, digo, el bien andado del novio, se dieron sendos remoquetes, acerca del casamiento, que se estaba en xerga.
Era el bellaco socarrón, y malhablado, y dixo, que no le cagasen el bazo, que no era barro casarse, y que él no se había de casar á medio mogate; ¿No más de llegar; y zas candil á osadas, que lo entiendo todo?
Saltó el licenciado, y dixole: ¡gentil chirrichote!, ¿Dándole una moza como mil relumbres, hija de sus padres, más rubia que las candelas, que no sabe lo que se tiene, hecha de cera, que le viene de molde, y hácese de pencas? para qué es tanto lilao; sino á ojos cegarrritas, dexése de recancanillas, y cásese, pues le viene muy ancho.
Atolondrado el novio, así como oyó decir, que le vendria muy ancho, dixo: tras que me venga muy ancho ando yo, dexénme, que lo meteré todo á la venta de la zarza, y volverémos las nueces al cántaro.
Púsose el bribón más colorado que unas brasas y dixo: que llevado por bien, harían de él cera, y pávilo, y que le diría todo lo que deseaba saber, sin faltar cichota.
El bergantón le dixo dos por tres, que mentia; y si no lo ha v. merced por enojo, se tornaron á enbedijar, y andaban al pelo.
El licenciado, que vió la barahúnda, echólo á doce: El hermanillo cascó la mollera al cuñado; todos andaban hechos una pella, y al estricote.
Pues vea aquí v. merced que si no es por la viuda, el licenciado paga el pato, con todo su apatusco. El echaba de vicio, y ella le cantaba la sorna, diciendo, que mas queria andarse á la flor del berro, y qué me sé yo.
En esto estaban, á toca no toca, quando á la zacapela, que traia la gente bahuna, vino un alguacil en un santiamen, y un escribano en bolandas, respailando, y dixeron que de atras lo traian sobre ojo, y que no dexarian de embocar la moza en la cárcel por todos los haberes del mundo, que bastaba la mueca.
El licenciado replicó que no se había de hacer todo cochiteherbite: mirábale de hito en hito el hermanillo: el escribano estaba con el ojo tan largo. No estoy de gorja, dixo el padre, no me mamo el dedo.
Empezó el maridillo á echar verbos, ¿alguacil en mi casa? y en esto iba y venia. Yo traigo un mandamiento tan gordo, que no vengo á humo de pajas, dixo el escribano. ¿Mandamiento? dixo el licenciado; no me lo harán en creyentes quantos áran, y cavan; y sobre esto se batió el cobre lindamente.
Dixo el alguacil: Yo no doy mi brazo á torcer: replicó el hijo, ni yo me dexo agraviar en el blanco de la uña; y esta casa no es como quiera, y míreme á la cara. ¿qué queria llevarse de bobilis bobilis mi hacienda? antes me dexaré hacer trizas; y advierta, que no somos todos unos, y me mataré con mi padre en dos paletas, y me haré añicos.
Arda Bayona, dixo el alguacil, que estoy ya hasta el gollete, y he de hacer mi oficio; el escribano estaba de mampuesto, diciendo, que no le untasen el casco, que les pegaría á manteniente con la de rengo: el hermano se fue rabo entre piernas; el maridillo echando chispas, y todos se quedaron enjolito. Entónces la moza habló al alguacil muy sobre peyne, y le aconsejó, que no se anduviese regodeando, y que se acordase de la de marras, y que era todo fruslería, y que no había de tener más así que asado, que toda era gente honrada, escogida á moco de candil, y personas de chapa. El alguacil gritaba, como un descosido, viendo que la mozuela le había dado entre ceja, y ceja con la de marras; y tomó la hincha con ella: el escribano decia que no se la habia de cubrir pelo; la madre, y el padre, que se estaban á mas, y mejor, dixeron: esto va de rota, no hay sino hacer de las tripas corazon, y ojo al badil, gritando: no me hagan, que echaré por esos trigos; y á toda ley habe de tuyo.
¿No ha de mediarse esto? dixo el licenciado, viendo la escarapela; empezaron todos á encogerse de hombros, y á decir, que se rugia cierta cosa; y que aunque no importaba un bledo, bastaba el run run y el qué diran; y que si no se estorbaba, era fuerza que el alguacil llevase una tunda de coces. El no dixo esta boca es mia, y tieso, que tieso; ahí me las den todas, decia el bribon que en manos está el pandero, &c. No lo dixo á sordos, que se quemó de oirlo el escribano, y le dixo: para mí no son menester tantas arengas, que sé donde me aprieta el zapato; y lo que apuntó la señora, lo tengo al cabo del trenzado: pero las razoncitas yo las guardaré como oro en paño.
Alegrósele la paxarilla al alguacil, y dixo: yo los meteré en pretina, ó podré poco; yo les haré, dijo el escribano, que me baylen el agua delante, y los dexaré en el pelo de la camisa, que no ha de ser todo chancharasmanchas, y basta ya la trisca. Oyó el padre lo que trataban, y dixo: oxte puto, mas á mí no se me da un ardite, que ni temo, ni debo, y al cabo habrá dello con dello.
¿No darémos un corte en esto? dixo el licenciado quando á sabiendas, el mozuelo, muy remilgado, y cariacontecido, dixo: que estaba entre dos aguas, y dos dedos de irse por ese mundo adelante, en justos, y en creyentes, que estaba cansado de traer los atabales acuestas. ¿Quién fuiste tú, que tal dixiste? No es creible la cólera del padre, pues llegándose á él le asentó una tabalada; el no chistó. ni mistó. Vergante (decía el viejo) ¿téngote como cuerpo de Rey, comiendo mil gollorías: dándote conejo por barba, y perdices como tierra, y vino como agua, repapilado, y hecho un trompo, vestido á las mil maravillas, la casa como una colmena, y tanto lilao? Mírame á la cara, que el casamiento se ha de hacer de haldas ó de mangas; quitaos de cuentos, y no andeis en tanto mas quanto, que se me va subiendo el humo á las narices, y conmigo no tendreis un si es, no es. Entre estas, y estotras entróse de claro en claro una fregona, con un canastillo, que se venia a los ojos, y unos vizcochos, que saben que rabian, y yo me comia las manos tras ellos. Anduvimos á la arrebatiña, y no fueron vistos, ni oidos, traia un billete de la pupilera para el licenciado, diósele, y él dixo: hablen cartas, y callen barbas; aquí está quien no me dexará mentir; y el papel decia ni mas, ni menos: señor licenciado, ese belitre, que se hace el tuautem deste negocio, tiene muy malas manchas, y no le alcanza la sal al agua, y todo es larantoña, yo quedo la mas amarga del mundo, y echada por puertas; y sé que él y su muger me están royendo los zancajos, que le advierto, que si no calla, le ha de costar la torta un pan, y que entiendo poco de filis, que no se ponga conmigo a tú por tú, y me crea, que estoy muy amostazada, de ver que se haga zorrocloco, y nos venda bulas, que se guarde del diablo, que ahora es todo tortas y pan pintado, y que todo esotro es andarse por las ramas, y que por mal término, no hay hacer carrera conmigo, que le veré la boca á la pared, y no le daré una sed de agua. Levantóse un remusgo, que hasta allí podía llegar, y daban todos diente con diente, y tiritaban de oír tales cosas.
El mozo se ciscó; más ella se estaba repantigada á lo de mi suegro, como si fuera el padre con mucho aquel; juró que le había de dexar en porreta, si no se casaba; y sobre esto porfiaron, hasta tente bonete; el hijo decía, que él había hecho cala, y cata del negocio, y que le habían de soñar; que por qué, y por qué teniendo ella cogijos, habían de obligarla á que las apeldase, que se iria con el alma en los dientes, y los llenaria de bote en bote, de lo que eran todos; y añadió, que ya el viejo estaba calamocano. ¿Calamocano dixiste? fue un día de juicio, y sucediera muy mal; si no se echára en chacota.
La mugercilla, que ya tenia asomos del negocio, mas engolondrinada que otro tanto, empezó á hacer aspavientos, y dixo que todo era así al pie de la letra, mas que no había de ser todo echa y de rueca, supuesto que no habian de poder dar con ellos al traste, aunque los persiguiesen á banderas desplegadas; y que mas valia, que por bien se llevasen su buen por qué, y se dexasen de cuentos. El alguacil decia que les habia de poner ras con ras la casa al menorete, hablando de talanquera, con mucho qué me sé yo; el escribano decia: yo callaré ahora, mas yo les daré en caperuza: Cada uno mire por el virote, dixo el licenciado pues he de ir á todo moler; y no echen de vicio, que podria heder el negocio, mas aína que piensan. El alguacil, que vió que el licenciado era de los del asa, y que todos los demas eran gente del gordillo, juzgó, que el irse, venia á pedir de boca; quitóse el sombrero, y ni paula ni maula, sino viene y vase. El padre, que vió el mal recado, fuese tras él dando cosetadas por malos de sus pecados; y esto dió una estampida terrible. Ahí me las den todas, decía la viuda; replicó el marido, á mí no se me da un ardite, que con andar pie con bola, me reiré de todos. El bribon, que vió que esto iba de capa caída, y que iban de romanía, y que el mozuelo traía la soga arrastrando, y que la muchacha no era amiga de recancamusas, y que tenia garabato, díxola: aquí no hay sino sus, y alto á casar, que estas son habas contadas. La viuda, por una parte no quiso estar á diente; por otra, viendo que el mozo se moria por sus pedazos, estuvo hecha de sal, y muy donosa, diciendo de aquella boca, que daba grima. El maridillo cantó de plano, mientras el licenciado contemplaba en las musarañas; mas no se le quedó por corta, ni mal echada, y como tomó el negocio á pechos, dixo: á mí se me quedaba en el tintero lo mejor, y con mucha pausa se fue al padre, y le dixo: acabemos con este mazacote, que no son menester tantas zarracaterías, ni andar templando gaytas. Cásese, que todos la baylaremos el agua delante, y no se meta en dibuxos. El, que vió que andaba ya de capa caida, dixo: una por una, yo me casaré, mas luego roeré el lazo, y otras mil patochadas. Casóse, y aunque la boda se hizo á somormujos, todos se rapailaron. El padre le dió una linda tragantona con el dote: encaxole todos quantos cachibaches tenia en casa; y si se quejaba, decía que hablaba adefesios, y que no se gobernase por su caletre, que se quedaría en pluribus, que era un maniaco; y aunque calló entónces, despues lloraba los quiries; y propuso de hablar papo á papo, porque otra vez no se le subiese á las barbas. Con estas cosas le metió las cabras en el corral, y calla callando hizo su negocio, y el hermanillo le escuchaba, hecho un bausan. Estaba en cuclillas, detrás de la puerta, la recien casada, oyendo al muchacho, con la oreja tan larga, y entró con un tropel de los diablos; él, por lo que podia suceder, venia hecho un relox; la mugercilla estaba de veinte y cinco alfileres, y le dixo para qué se metia de gorra.
Déxense de filaterías, que una por una, ya están casados (dixo el licenciado), y si hablamos mas, nos echan el gato á las barbas, y volverémos las nueces al cántaro. Libertad me fecit, dixo el hermanillo; y con esto se fueron todos á la deshilada, con muy grandes cogijos, sin respetar el coram vobis del padre, que daba gracias á Dios de ver acabada tan grande carambola.
martes, mayo 21, 2013
ENRIQUE DE MESA: "YA SE VAN LOS QUINTOS, MADRE"
ya cruzan el robledal.
Dejan la tierra sin brazos
y los panes sin segar.
Tórnase en hierro de guerra
la herramienta de la paz.
Ya se van los quintos, madre;
sabe Dios si volverán.
Ya se pierden por la sombra,
río arriba, en el pinar;
por aquel sendero blanco
que se borra en el canchal.
Ya se van los quintos, madre;
sabe Dios si volverán.
Veo el ramo de amapolas
en su mano rojear;
gotas de sangre, cogidas
al paso por un trigal.
Dios no quiera que la suya
vaya otro campo a regar.
Ya se van los quintos, madre;
sabe Dios si volverán.
Tornaron cuando las hazas
eran promesas de pan.
Ya anidaban las cigüeñas
en la torre del lugar.
La blancura de las cumbres
era en el valle cristal.
La pobre madre reía
junto al fuego del hogar.
Ya se van los quintos, madre;
sabe Dios si volverán.
Aquel uniforme majo,
guardado con tanto afán
en el cofre, que aromaban
perfumes del tomillar;
el uniforme que hacía
tan caballero al zagal,
vuelve la madre, con llanto,
del arca vieja a sacar.
Por campos y por ciudades
resuena un aire marcial.
Ya se pregona la guerra
al otro lado del mar.
Ya se van los quintos, madre;
sabe Dios si volverán.
-Brota sangre de una herida
que no logro restañar;
sangre que apagó mi fuego,
sangre que me amarga el pan.
Que fui madre de otro mozo
que se marchó del lugar
por aquel sendero blanco
que se borra en el canchal,
cuando el sol de las cosechas
era un dulce sol de paz...
Y las cigüeñas volvieron;
pero el pulido zagal
murió con mozos hermanos
al otro lado del mar.
-Es la patria quien lo pide,
madre, cesa tu llorar.
-Pobre patria la que deja,
bajo un dulce sol de paz,
la campiña sin sus brazos
y los panes sin segar.
¿Por marchar el hijo mozo
cosechas se lograrán;
habrá abundancia en los trojes
y alegría en el lagar?
-Es la patria quien lo pide.
-¿Patria que tristezas da;
patria que entierra sus hijos
al otro lado del mar?
Ya se van los quintos, madre;
sabe Dios si volverán.
("Cancionero castellano".- Renacimiento, 1917)
NOTA.- La primera edición de este "Cancionero Castellano" salió a la luz en 1911 pero este romance lo publicó por primera vez Enrique de Mesa en el diario "El Liberal" el 25 de julio de 1909, cuando fueron llamados a filas muchos hombres españoles, sin posiblidad de pagar la cuota, para luchar en la Guerra de Marruecos.
lunes, mayo 20, 2013
CITA A CIEGAS
"Un banquero es un señor que nos presta un paraguas cuando hace sol y nos lo exige cuando empieza a llover."
MARK TWAIN
viernes, mayo 17, 2013
PESPUNTES: "EL PRESO"
Cuando un banquero entra en la trena, ¿qué es lo que pone primero a buen recaudo: su dinero o su culo?: porque uno imagina que allí dentro puede haber alguien perjudicado por malas prácticas bancarias dispuesto a romperle el ojete al nuevo recluso, simplemente por el gusto de joder a un banquero o por vengarse de lo mucho que le jodieron a él cuando se vio incapaz de hacer frente a la hipoteca, o porque se quedó su cuenta en números rojos, o por esa práctica abusiva de muchas entidades de cobrar comisiones por cualquier cosa. De modo que esa entrada en el talego de un presunto delincuente bancario, que no hemos visto claramente en la tele, como en otros casos suele ser habitual, nos recuerda a muchas películas carcelarias como "Cadena perpetua", protagonizada por Tim Robbins y Morgan Freeman.. Ahí tienen uno, poco acostumbrado a compartir la ducha carcelaria, la pastilla de jabón y el menú en fila india; a lo mejor lo enculan en la lavandería, o termina haciéndoles la declaración de la Renta a guardianes y reclusos; tenerlo, lo tienen, al menos, hasta que pague los dos millones de euros que le pide de fianza el juez, que los pagará, no me cabe la menor duda.
Por de pronto, el presunto delincuente bancario ha copado todas las portadas de los periódicos; su nombre ya lo traen y lo llevan los tertulianos de la tele, como una manada de cocodrilos disputándose un ñú, y habrá hasta quien le dedique unos versos satíricos para levantar la moral ciudadana; los hay que hablan públicamente de decisión ejemplar y, probablemente, también habrá a quien, en privado, no le llegue la camisa al cuerpo pensando que en cualquier momento puede verse en la misma situación.
¿Resuelve esto nuestros problemas? No. ¿Seguimos pensando que la justicia no es igual para todos? Sí. Probablemente se ha intentado conseguir un golpe de efecto, como supuso el de Rumasa, recién estrenado el Gobierno de Felipe González. Poco más. Que un banquero entre en chirona no resuelve los graves problemas que vive nuestra sociedad; solo indica el nivel de abuso al que una buena parte de nuestra clase bancaria llegó sin encomendarse a Dios ni al diablo, pero el problema de fondo, atajar la corrupción generalizada, no se está atajando, como no se ataja la hemorragia del paro, ni la caída del estado del bienestar, ni el retroceso de los derechos laborales.
Felipeángel (c)
ACTUALIZADO.- La respuesta a la pregunta inicial ha tardado muy poco en llegar. En el mini Telediario que TVE ha ofrecido en el descanso del partido de la Final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid han informado de que el banquero ya ha salido del maco. Juzguen ustedes que es lo que ha puesto a buen recaudo con tanta prisa.
ACTUALIZADO.- La respuesta a la pregunta inicial ha tardado muy poco en llegar. En el mini Telediario que TVE ha ofrecido en el descanso del partido de la Final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid han informado de que el banquero ya ha salido del maco. Juzguen ustedes que es lo que ha puesto a buen recaudo con tanta prisa.
jueves, mayo 16, 2013
CASAS DE ACOGIDA (II)
Fotografía: Felipeángel (c)
Algunos libros son una fuente de sabiduría; otros nos transportan hasta escondidos paisajes, o a un baúl de recuerdos de una época olvidada, o al corazón del bosque donde habita la alimaña de la noche con un sonajero en una mano y un cuchillo en la otra. Puede que ya nadie se acerque a beber en esta fuente, aunque se indique que es de agua potable, pero he visto con diáfana claridad que podía ser la casa de acogida de este libro de Joseph Conrad, la puerta abierta a otra casa con menos tinieblas que las que invaden sus páginas. ¿Dónde habrá terminado? ¿Lo tendrá un adolescente pajillero debajo del colchón de la cama, o se habrá atrevido a cogerlo uno de los tantos homeless que duermen entre los setos del bulevar? No lo sé. Tal vez acabó en el cubo de la basura de los barrenderos municipales o en el bolso de diseño de una joven postmoderna, que decide contar el hallazgo a sus amigos por el puto móvil. Yo hace tiempo que lo leí; en aquellos años compartía los estantes con unos pocos libros más; probablemente hablaban entre ellos al caer la noche y se sentían todos cómodos, viviendo en un espacio holgado, sin polvo en sus portadas ni arañas entre sus páginas. Con el paso del tiempo adquirió de nuevo importancia, porque Francis Ford Coppola se inspiró en esta historia del capitán Kurtz para realizar su maravillosa película "Apocalypse now". Una versión cinematográfica más ceñida a la trama de la novela la llevó a cabo el cineasta venezolano Román Chalbaud en el año 1990, e incluso hay otra visión más actual en forma de videojuego, titulada Spec Ops: The Line.
Felipeángel (c)
LA SEGUNDA OPORTUNIDAD (IX)
El 17 de noviembre de 2006 publiqué esta entrada que, según Blogger, solo ha tenido, hasta ahora, una sola visita. Por ello creemos que merece una segunda oportunidad:
LA FUNCION DEL ARTE
Extracto de la carta, fechada el 7 de junio de 1943 , y enviada por Adolph Gottlieb, Mark Rothko y Barnett Newman al periódico New York Times:
"1º) Para nosotros el arte es una aventura en un mundo desconocido, que sólo pueden explorar los que están dispuestos a correr riesgos.
2º) Este mundo de la imaginación es libre para la fantasía y violentamente opuesto al sentido común.
3º) Nuestra función como artistas es hacer que el espectador vea el mundo a nuestra manera, no a la suya.
4º) Defendemos la expresión sencilla de un pensamiento complejo. Estamos a favor de la forma grande porque tiene el impacto de lo inequívoco. Queremos reafirmar el plano pictórico. Estamos por las formas planas porque destruyen la ilusión y revelan la verdad.
5º) Es una noción ampliamente aceptada entre los pintores que no importa lo que uno pinte siempre que esté bien pintado. Esta es la esencia del academicismo. No existe buena pintura sobre nada. Afirmamos que el tema es crucial y que sólo son válidos los temas trágicos e intemporales. Esa es la razón de que profesemos un parentesco espiritual con los primitivos y el arte arcaico.
Por consiguiente, si nuestra obra encarna esas creencias, debe ofender a cualquiera que esté espiritualmente a tono con la decoración de exteriores, los cuadros para el hogar, los cuadros para la repisa de la chimenea, los cuadros de la escena americana, la pintura con motivo social, la pureza en el arte, las obras hechas para la venta y para ganar premios, la Academia Nacional....
....(nuestros cuadros) nos negamos a defenderlos...."
miércoles, mayo 15, 2013
CARTELERA: "LA MULA"
"La mula" es una película andalusa sin andaluseh. Mah o menoh como este artículo. Parese escrito en andalú pero no. Tan peculiareh son loh diferenteh asentoh de loh habitanteh de esah tierrah como su grafía. Yo puedo intentá imitarla, como Mario Casah hablarlo, pero salta a la vista que no eh lo mismo. Tal que así la primera impresió cuando lo vemo y lo oímo en la gran pantaya; lo mijmo noh ocurre cuando abre la boquita María Varverde. Son doh andaluseh sin Andalusía en suh venah, con un asento tan farso como el de Penélope Crus en "La niña de tus ojoh". A Penélope la salva que e´un asento para alemaneh, un asento exótico que leh recuerda a lah obrah de Merimée o a loh libroh de viajeh de loh románticoh prusianoh, pero el asento de esta pareha sinematográfica se ve claramente que lo piden loh protagonistah, porque la trama de toa la película se desarrolla en uno de loh frenteh andaluseh de la guerra siví española.
Allí aparece la mula, tóa blanca, en la zona nacioná, con un muerto colgando del estribo. La encuentra el cabo Juan Castro y deside quedársela. Mientrah tanto sigue la ensalá de tiroh entre unoh y otroh, la vía en er frente y en la retaguardia, loh pequeñoh amoreh, lah consignah, loh miedoh y lah desercioneh.
Aunque es una película corá, como lah de Luí Garsía Berlanga, tanto er cabo Mario Casah, en su papé de asemilero de la compañía, como María Valverde, en el suyo de niña cordobesa enamorá, tienen un claro protagonismo. Suh amore y desamore, que van y vienen llevadoh por el interéh de uno y del otro, son tan relevanteh como la mula, que lo mihmo sirve para llevá la carga al trote como un obispo al galope. Unoh y otroh, las relacioneh amorsah de la pareja y la mula no dejan de ser la metáfora de aquelloh tiempoh sombríoh, en el que algunoh españoleh estuvieron dispuestoh a matarse por unoh idealeh y a otroh, la gran mayoría, les pillo en medio sin podé elegí. La mula blanca, entre tanto mulo avellanao, representa la puresa; también el deseo, lah ganah de cambio o, al menoh, de salí adelante con dignidá, una veh terminá la guerra. La guerra termina, efectivamente, pero el amó no acaba de cuajá entre los amanteh, la mula se la quea el ejérsito, que es como desí que se quea la puresa de la España virgen, y loh sordaoh regresan a suh casah con una mano delante y otra detrá, mah o menoh como salieron de ellah, con la salvedá de que lo que realmente cambia en suh cabesah, al menos en la cabesa de Juan, son suh ideah.
En conjunto la película está bien; se deja vé; la historia, aun siendo dolorosamente trágica, tiene momentoh tiernoh e, incluso, grasiosoh. Mario Casah está perfectamnete caracterisao en su papé de gañán y de sordao, lo mismo que María Varverde, recatada en el baile, encantadora en el romanse, y hermosa con su vestío ceñio cuando baja la escalera de su casa dispuesta a comerse er mundo; er poco, claro es, que para una joven de su posición, le dejan.
Felipeángel (c)
ESTAMPAS DE MADRID (I)
Ermita de San Antonio de la Florida. 1902
Madrid. 1912
Puente de Segovia, 1875
Tendederos del Manzanares. 1900
Tendederos del Manzanares. 1924
Estanque del Retiro. 1914
Plaza de Neptuno. 1918
MANUEL DEL PALACIO: "LA ROMERÍA DE SAN ISIDRO"
Ómnibus en las plazuelas,
edictos en las esquinas,
borracheras en la calle
y en los matrimonios riñas.
No hay que preguntar la causa:
estamos en romería.
..................
Labrador afortunado
que labraste con tu vida,
el altar en que te reza
la corte de dos Castillas.
Permite que por si acaso
no puedo entrar en la ermita,
te dibujé en estos versos
de mi cariño la cifra.
Años ha que mis cantares
no suenan en tu campiña
ni tus frasquetes me alegran
ni tu bullicio me incita,
ni tu placer me conmueve,
ni tus devotas me hechizan.
Mas siempre te ven mis ojos
lucir la gentil ropilla,
sobre el puente colocado
que el Manzanares salpica,
cual suele a todo lo grande
lanzar su baba la envidia.
Siempre de mi dulce infancia
recordar me haces los días,
y las agradables horas
de mi juventud tranquila,
que en tu regalado estruendo
hallo cien veces la dicha.
Y siempre también, Isidro,
al fijar en ti la vista,
del Manzanares humilde
sentado en la fresca orilla,
pienso que ya que sacastes
agua de la peña viva,
pudiste dársela al río
que tanto la necesita,
a fuer de patrón insigne
de una ciudad nada limpia.
.................
He llegado a la pradera
no sin alguna fatiga;
un pueblo tengo allá enfrente
y un cementerio aquí arriba.
Humanas olas me empujan,
contrarias fuerzas me inclinan,
cercanos gritos me aturden,
rudos encuentros me irritan.
Los ecos de la locura,
los bramidos de la orgía,
el huracán que en sí lleva
de cada mortal la vida,
han ahogado esos rumores
con que el silencio acarician
el insecto que se mueve,
el pajarillo que trina,
el arroyo que en la arena
sus cálidas gotas filtra,
y esos solemnes quejidos
que exhala la tierra misma,
madre amorosa, que acaso
por sus hijuelos suspira.
De estos ruidos misteriosos
rompen la grata armonía
voces que finjen lamentos,
ayes que parecen risas.
-¡A ochavito los del Santo!
-¡De Fuenlabrada rosquillas!
-¡Por dos reales a la puerta!
-¡A la aguadora, y qué rica!
-¡Todo barato lo vendo!
-¿Quiere usté comprarme, niña?
-Mamá, ¿qué son acerolas?
-¡Hombre, este pito no silba!
Y esto entre mil que te aprietan,
y quinientos que te pisan,
entre una mujer que sigues,
y un forastero a quien guías,
entre codazos y ternos
que los ternes no escatiman.
..................
Héme aquí solo en la altura
que el Sol poniente ilumina,
mientras flotan en el llano
del crepúsculo las tintas.
He cruzado pensativo
entre diversas familias,
todos comen, pero nadie
me ha dicho: esta boca es mía.
Ya anochece; en la pradera
trémulas luces oscilan,
ya los rumores se apagan,
ya las estrellas se animan,
sobre las aguas del río
pálida la luna brilla...
bien hacéis los que del goce
aun apuráis la medida,
bien los que os rendís al sueño
el placer tras las fatigas,
porque mañana...¡qué diablo!
¡mañana será otro día!
("Doce reales de prosa y algunos versos gratis")
(Librería de San Martín. Madrid, 1864)
martes, mayo 14, 2013
CITA A CIEGAS
"Las grandes masas sucumbirán más fácilmente a una gran mentira que a una pequeña."
ADOLF HITLER
ADOLF HITLER
VITAL AZA: "ESTADÍSTICA"
En un lugar de la Mancha
de cuyo nombre quisiera
acordarme, hubo en el año
mil ochocientos cincuenta
una invasión espantosa
de cólera... o de viruela...
o de tifus... (¡Nadie sabe
qué enfermedad era aquella!)
Lo seguro es que en el pueblo
se cebaba la epidemia;
que eran ante ella impotentes
los recursos de la ciencia;
que las gentes se morían
diariamente por docenas,
y que el pánico aumentaba
y aumentaba la miseria.
El alcalde, que era en todo
un modelo de franqueza,
en el Boletín del pueblo
anunciaba sin reservas
la cifra exacta de todas
las defunciones que hubiera.
Pero el Gobierno, observando
que esta cifra era tremenda,
ordenó al punto al alcalde
que mintiese por prudencia,
anunciando la mitad
de los casos que ocurrieran.
El alcalde, respetuoso,
pero duro de mollera,
llamó al médico, y le dijo:
-Amigo, la conveniencia
nos manda mentir: mintamos,
pero que nadie lo sepa.
¿Qué casos nuevos ha habido?
-Cuarenta y cuatro.
-¡Friolera!
¿Y muertos?
-¡Trece!
-Está bien,
ya echaré luego la cuenta.
Debo anunciar la mitad...
Esto es cuestión de aritmética.
Y en seguida el buen alcalde,
con la mayor inocencia,
mandó al Boletín la nota
escrita de esta manera:
"En el pueblo de mi mando,
según el Gobierno ordena,
hubo los casos siguientes
en el día de la fecha:
Invasiones, veintidós.
Defunciones, seis y media."
MADRID CÓMICO.- 21 de septiembre de 1884
domingo, mayo 12, 2013
FUGA DE CEREBROS
De un tiempo a esta parte estamos asistiendo en España a una constante y dolorosa fuga de cerebros; por un lado abandonan el país personas con una acreditada preparación, a las que un empresariado casposo y un Gobierno desmoralizador, que no ven más allá de sus beneficios y del incierto horizonte de una política injusta y castradora, no son capaces de darles una oportunidad profesional, y, por otro lado, es la muerte quien se está llevando lo mejor de nuestra cultura, nuestra música, nuestro cine....
Esta sangría la estamos sintiendo aun más dolorosa si cabe desde que comenzó el 2013. Se han ido muchos jóvenes brillantes a Alemania y a otros países que les han brindado oportunidades laborales que no existen aquí; puede que, con el paso del tiempo y la mejora de las condiciones económicas y sociales, algunos vuelvan pero muchos de ellos se quedarán en sus países de acogida para siempre. Será una pérdida irreparable como lo es la de tantos profesionales brillantes que la muerte se ha llevado al otro mundo.
Hoy nos hemos enterado de que nos ha dejado para siempre Constantino Romero, uno de los mejores presentadores, locutores y actores de doblaje que ha dado este país. Para nosotros fue la inconfundible voz de Clint Eastwood o de Arnold Schwarzenegger, entre otros, el presentador de uno de los mejores programas de televisión, "El tiempo es oro", y el protagonista de una de las más divertidas versiones de una canción de los Blues Brothers, junto a otro grande de la pequeña pantalla, Jordi Estadella. que hace tres años también falleció.
Apenas hace cinco meses que se jubiló. Descanse en paz.
Felipeángel (c)
viernes, mayo 10, 2013
PESPUNTES: "ALFREDO, UN CRACK"
Miro mi biblioteca y pertenece ya más al mundo de los muertos que de los vivos; miro mi videoteca y ocurre igual; de pronto varios títulos han pasado al otro lado; son "Los otros", puro recuerdo, intenso a veces, inmortales, con el privilegio de poder seguir hablándonos y contándonos sus historias. A ese lado pasó ayer Alfredo Landa; su "landismo" me cogió en plena adolescencia, cuando mi gustos cinematográficos iban en otra dirección, pero con "El crack" , de José Luis Garci, me volví "landista", incondicional, fervoroso seguidor de Alfredo Landa, siempre soberbio, creíble, admirable en la mayoría de papeles que le tocó, desde entonces, interpretar.
No sabría decir qué peliculas de Alfredo Landa he visto más veces, si los dos "Cracks", "Los santos inocentes", "La vaquilla", "Las verdes praderas", o "El bosque animado"; mentiría si dijera que el personaje de Germán Areta no me pareció auténtico; lo era, y por ello, las dos películas pasarán a la historia como lo mejor del cine negro español; con Paco el Bajo me emocioné hasta el llanto; con el brigada Castro me reí bastante, pero el personaje que tengo grabado es uno del que apenas le oí hablar al gran Alfredo, tan actual hoy como lo fue en otros tiempos, un perdedor o un ganador a su manera, ¡vaya usted a saber!, que tuvo entre sus manos a la mejor versión de Ana Obregón que yo he visto en el cine: Sinatra. "Sinatra", dirigida por Francesc Betriu en 1988, por no tener, no tiene ni página abierta en la Wikipedia, Este olvido es injusto. "Sinatra" te engancha en las primeras imágenes, desde la extraordinaria presentación de Joaquín Sabina, disfrazado de Groucho Marx, hasta las últimas, en que el cantante de cabaret, convertido en portero de noche, se abraza a las piernas de Queta Claver y sueña que vuelve al escenario de su pasada vida Las últimas palabras que oímos son "se termina la función"; parece un final desesperanzador pero no lo es; tan solo se cierra una etapa de su existencia y se abre otra, como nos está pasando ahora a muchos españoles que no nos sentimos ni cansados ni derrotados, sino con fuerzas para seguir después de haber caído el telón de la dura realidad.
Alfredo Landa murió ayer pero sus múltiples personajes permanecen en la memoria colectiva; se le apagó el último aliento, pero sus interpretaciones fueron el mejor ejemplo de que quien quiere, puede. Descanse en paz.
Felipeángel (c)
jueves, mayo 09, 2013
CASAS DE ACOGIDA (I)
Fotografía: Felipeángel (c)
Entré en el limpio y amplio W.C. del mercado y comprendí que aquellos tubos eran una improvisada estantería. Así que dejé los libros para que los futuros clientes pudiesen leer mientras realizaban sus necesidades. Es probable que alguno haya terminado pensando que formaban parte de la estética del remozado mercado y me parece bien que lo crean, porque es lo que me sugirió a mi nada mas recorrerlo. Si la comida estaba pensada para groumets, y el restaurante de la terraza para un público exquisito y relajado, lo normal es que dieran un toque literario al íntimo habitáculo de las micciones y deyecciones de sus clientes. ¿Acaso hay algo más rompedor que tirarse un pedo mientras se leen los artículos de Larra? ¿O no es modernista cagar envuelto en la dulce fragancia de los versos de Rubén Darío? Dejemos volar la imaginación e imaginemos que la idea se extiende a otros locales; que mientras hacemos fuerza para que los intestinos expulsen de una manera agradable nuestros queridos excrementos, nuestra boca expulsa al mismo tiempo un ramillete de versos magníficos y brillantes que se pensaron para lucirse en los nobles salones o en las abigarradas tertulias de algún café.
He aquí, pues, su primera casa de acogida. Puede que terminen en otra o puede que no, que a los tres libros les terminen haciendo compañía otros, hasta formar una biblioteca urinaria acorde con los nuevos tiempos culturales. El azar dirá.
Felipeángel (c)
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miércoles, mayo 08, 2013
MUCHO CUENTO: ANDRÉ BRETÓN - "LA MALA MEMORIA"
Me contaron hace tiempo una historia muy estúpida, sombría y conmovedora. Un señor se presenta un día en un hotel y pide una habitación. Le dan el número 35. Al bajar, minutos después, deja la llave en la administración y dice;
- Excúseme, soy un hombre de muy poca memoria. Si me lo permite, cada vez que regrese le diré mi nombre: el señor Delouit, y entonces usted me repetirá el número de mi habitación.
- Muy bien, señor.
A poco, el hombre vuelve, abre la puerta de la oficina:
- El señor Delouit.
- Es el número 35.
- Gracias.
Un minuto después, un hombre extraordinariamente agitado, con el traje cubierto de barro, ensangrentado y casi sin aspecto humano entra en la administración del hotel y dice al empleado:
- El señor Delouit.
- ¿Cómo? ¿El señor Delouit? A otro con ese cuento. El señor Delouit acaba de subir.
- Perdón, soy yo… Acabo de caer por la ventana. ¿Quiere hacer el favor de decirme el número de mi habitación?
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