|
Igual que todos los años, al llegar la Nochebuena, a la clásica zambomba rendimos culto en la fiesta y damos golpes tremendos que la vecindad atruenan, y así sus hondos pesares las almas tristes ahuyentan. |
|
Al prójimo, despiadados, zumbamos la pandereta en honor de aquel que al mundo vino en la mayor pobreza. Paga el besugo su escote y a los glotones alegra, pues tal fiesta sin besugo es síntoma de miseria. Con el placer más inmenso se le mira en la cazuela cuando de la cena clásica el soñado instante llega. Con el pavo apetitoso la Navidad se celebra, que una Navidad sin pavo es la mayor de las penas. Por eso el pobre y el rico anhelantes los contemplan cuando su postrer voznido exhalan en la plazuela. |
|
Y al fin, todos, poseídos de alegría grande, inmensa, en cada portal armamos un Belén como la muestra. Y al compás de los tambores y al son de las panderetas, y entre gritos de alegría que por los espacios vuelan; entre canciones que exhalan el perfume de la fiesta |
|
y los viejos villancicos que nuestra niñez recuerdan, toda la noche se pasa sin pesares ni tristezas, hasta que la nueva aurora por Oriente centellea, y entre vivos arreboles tiende el sol su cabellera, que se difunde por todos los ámbitos de la tierra. Y así este pueblo sencillo, cumpliendo prácticas viejas que no borrarán del mundo jamás las costumbres nuevas, del nacimiento de Cristo conmemoramos la fecha, y a los pavos y besugos la postrer hora les llega. |
Dibujos de K-Hito
MUNDO GRÁFICO.- 22 de diciembre de 1915
No hay comentarios:
Publicar un comentario