EN AQUEL CHARCO HAY PECES
Era un cura en Nava de la Asunción que le encargaron un sermón y el pobre no sabía predicar. Para salir del apuro llamaron a un chico que estaba descalzo, le compraron un par de zapatos y le dijeron que cuando subiera el cura al púlpito, encendiera una maña de paja y fuera a la puerta de la iglesia gritando: "!Fuego en ca el tío Cebollita!"
El día señalado el cura subió al púlpito y comenzó:
-Hermanos míos, en aquel charco hay peces...
Y tardaba el chico. Y volvió a decir el cura:
-Hermanos míos, en aquel charco hay peces...
Y no salía de ahí; después de una pausa dijo otra vez:
-Hermanos míos, en aquel charco hay peces...
Y en este medio tiempo llegó el chico gritando:
-!Fuego, fuego en ca el tío Cebollita!
Y salió toda la gente, y se salvó el cura."
Navas de Oro, Segovia.
7 de abril, 1936.
("Cuentos Populares de Castilla y León", Aurelio M. Espinosa- Consejo Superior de Investigaciones Científicas- Madrid- 1987-1988)
El día señalado el cura subió al púlpito y comenzó:
-Hermanos míos, en aquel charco hay peces...
Y tardaba el chico. Y volvió a decir el cura:
-Hermanos míos, en aquel charco hay peces...
Y no salía de ahí; después de una pausa dijo otra vez:
-Hermanos míos, en aquel charco hay peces...
Y en este medio tiempo llegó el chico gritando:
-!Fuego, fuego en ca el tío Cebollita!
Y salió toda la gente, y se salvó el cura."
Navas de Oro, Segovia.
7 de abril, 1936.
("Cuentos Populares de Castilla y León", Aurelio M. Espinosa- Consejo Superior de Investigaciones Científicas- Madrid- 1987-1988)
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