"EL HORMIGUERO" : UN COMENTARIO DESAFORTUNADO

El pasado 29 de octubre "El Hormiguero" tuvo como artista invitada a Gwineth Paltrow. Al contrario de lo que suele ocurrir en otras ediciones del programa, en las que los invitados sufren toda clase de bromas de mal gusto, con Gwineth  se portaron con mucha corrección, y ella estuvo simpática, radiante, incluso la vimos emocionarse cuando el hombre de negro la sorprendió con un hermoso cuento animado de su vida. Todos parecían estar a la altura; hasta  Pablo Motos, que ya es decir,  aparcó, por un momento, su egocentrismo y dejó que la mujer de rojo que tenía al lado, brillara con todo su esplendor expresándose en un castellano bastante correcto. Aquello iba viento en popa, imagino que con unos buenos índices de audiencia, hasta que llegaron a la sección de la tortilla de patatas. Gwineth prefirió no hacerla y le sugirió a Pablo que la hiciera su "madre" de Toledo, que se encontraba entre el público; en cada gesto de la actriz se veía el verdadero amor que le tenía a su madre y la verdadera pasión que siente por los platos típicos de nuestro país. Ni corta ni perezosa, doña Julia comenzó a preparar la tortilla, y, en ese proceso, en el que fríe la patata en la sartén, se oye un comentario  de fondo, no sé si de Trancas o de Barrancas, las dos hormigas mascotas del programa, que transcribo literalmente. Es éste: "Aceite de colza auténtico, no creas que hemos comprado....".  No me lo invento. Pueden escucharlo aquí, en el minuto 3´57.

Puede que el tontolaba que se esconde en un muñeco de felpa lo dijera sin pensar; ya le hemos oído otras veces soltar majaderías a destiempo, chorradas dignas de un descerebrado, pero yo creo que esta vez se pasó siete pueblos. Sugerir que el aceite con el que doña Julia  estaba haciendo la tortilla de patatas era aceite de colza  no tiene maldita la gracia, teniendo en cuenta lo que hace años pasó en este país con la comercialización del aceite de colza desnaturalizado. El llamado Síndrome  Tóxico afectó a más de 20.000 personas, de las cuales más de 1100 murieron, unos a los pocos días de haberlo consumido y otros a lo largo de los años, después de una penosa enferma. La primera víctima fue el niño Jaime Vaquero, que murió el 1 de mayo de 1981.
Creo, por tanto, que el programa le debe una disculpa a todos ellos; una disculpa pública reconociendo que el comentario fue desafortunado e inadmisible, aunque se trate de un programa de humor que tiene como mascotas a dos hormigas bastante metepatas.

Felipeángel (c)

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