Henry Miller opinaba en su libro "El Coloso de Marusi" que "no hay dicha más singular ni más grande que la ausencia de periódicos, la ausencia de noticias sobre lo que los hombres hacen en diferentes partes del mundo para que la vida sea pasadera o difícil. Estoy seguro de que si pudiéramos suprimir los periódicos tan sólo, daríamos un gran paso adelante. Los periódicos engendran mentiras, odio, codicia, envidia, sospecha, temor, malicia. No necesitamos la verdad tal como nos la sirve la prensa diaria. Lo que necesitamos es paz, soledad y ocio."
Sin incurrir en tan tajante aseveración, no es menos cierto que muchos acontecimientos cotidianos de una enorme tragedia no merecen ni un par de lineas en las páginas de la sección de sucesos mientras dan, diariamente, una amplia cobertura informativa a opiniones irrelevantes de personas acostumbradas a ver sus palabras impresas en grandes titulares.
Esta cultura de la banalidad, tan próxima a la telebasura, que, intencionadamente, magnifica cuestiones intrascendentes y, al mismo tiempo, distorsiona lo que, expuesto en otros medios, con buena fe, debiera hacernos pensar, no sólo consigue deshumanizarnos sino que, conscientemente, parasita nuestro ocio y nos aleja de hábitos más constructivos como leer un libro.
Esta cultura de la banalidad, tan próxima a la telebasura, que, intencionadamente, magnifica cuestiones intrascendentes y, al mismo tiempo, distorsiona lo que, expuesto en otros medios, con buena fe, debiera hacernos pensar, no sólo consigue deshumanizarnos sino que, conscientemente, parasita nuestro ocio y nos aleja de hábitos más constructivos como leer un libro.
La oferta es cada vez más amplia pero los índices de lectura, cada vez más bajos. Tenemos los mejores medios con los que este país ha contado nunca; sin embargo, los resultados son cada vez más pobres.
El auge de Internet ha venido a cambiar un poco las cosas. El periodismo se ha vuelto más participativo y más directo. Quizá, si Henry Miller viviera , no pensaría hoy lo que pensaba entonces aunque tampoco hay que hacerse muchas ilusiones. Muchos periódicos son aún lo que él creía que eran y la VERDAD, con mayúsculas, que es, al fin y al cabo, lo que nos interesa, suele ser difusa como un cuadro de Munch velado por la niebla.
Felipeángel (c)
Felipeángel (c)
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