Si hubo un periodo de libertad en las ondas ese fue el de los años 80. En los márgenes del dial de la radio cohabitaban cientos de emisoras libres. La mejor de todas o, al menos, la más oída -se calculaba, en sus mejores tiempos, que la escuchaban unos 65.000 oyentes- fue "Radio la Voz de la Experiencia", de "La Cadena del Water".
Sus teléfonos estaban siempre abiertos; la peña hablaba sin ningún tipo de censura; no emitían cuñas publicitarias y ponían una música de puta madre.
Los oyentes eran "dementes" aunque alguno que otro estaba realmente "colgao" y soltaba por las ondas auténticas barbaridades.
El lugar desde donde emitían era un secreto aunque, para algunos, era un secreto a voces. De vez en cuando hacían rifas o vendían lotería pero la gran fuente de ingresos para seguir tirando era la Fiesta de Fin de año.
Yo les escuchaba a la hora del parte. Prefería oírles a ellos que escuchar cualquiera de los boletines informativos de las emisoras generalistas.
Eran buenos, muy buenos, tanto que hasta Luis del Olmo comenzó a meterse con ellos desde su programa "Protagonistas" y, al final, después de algunos cierres, el Gobierno de Felipe González ,dio un nuevo ejemplo de lo que entendía por libertad, mandando al Parlamento el proyecto de Ley de Ordenación de las Ondas de las Telecomunicaciones, que fue aprobado y entró en vigor en el año 1987.
Quizá nada sea como entonces pero el estado actual de la Red se parece mucho a aquellos años. Los blogs son un buen ejemplo de que el derecho a la libertad de expresión no sólo es el de unos pocos que escriben u opinan en los medios de comunicación sino de todos, sin cortapisas y ésto, que parece tan sencillo de entender, está causando más de un sarpullido a más de un columnista. Que se jodan.
Aprovechémoslo, pues, mientras dure.
Felipeángel (c)
Felipeángel (c)
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