ISLA CORREYERO

Como dije en otra entrada anterior, el Grupo de Poetas Jóvenes nació en el salón de La Cacharrería del Ateneo de Madrid, a finales de los años ochenta.
A la convocatoría acudieron muchos, los que ya eran poetas, los que esperaban serlo, y los que no lo serían nunca.
Después de varias reuniones en las que se fue decidiendo el modo más idóneo de darse a conocer, el grupo quedó reducido a unos pocos. Fue el mejor momento porque empezamos a recitarnos lo que buena o malamente cada uno había escrito e, incluso, publicado, en largas y animadas reuniones en el Café del Círculo de Bellas Artes, en los salones del Ateneo o en cualquier bar de los alrededores.
De entre todos destacaban, muy por encima de los demás, Jesús Urceloy, que por entonces llevaba siempre a su lado a un muchacho con pocas luces literarias pero con una enorme vocación de escudero -creo recordar que se llamaba Ángel- e Isla Correyero, una enfermera poeta o una poeta enfermera, no sé bien, que ya tenía publicados dos libros: "Cráter" y "Lianas".
Esta foto corresponde a aquellos años.
Con el paso del tiempo, Isla dejó de ser enfermera, o auxiliar de clínica, que nunca lo tuvimos muy claro, y se hizo guionista de cine y televisión, mientras elaboraba una de las mejores antologías de poesía española contemporánea,"Feroces" (DVD Ediciones. Barcelona 1998) y otros libros.
Tiene una web bastante sosa pero su coño es azul.

Felipeángel (c)

"COÑO AZUL"

Mi coño es negro como carbón evaporado. Pero se vuelve azul a la luz
de la tele y de la luna.
La característica más peculiar que explica su color y su forma
es
que tiene una circulación lenta y estremecida que va navegando
hacia la tinta de las venas y se abre al desamparo de mi
dormitorio como si
comprendiese que un dedo impenetrable, masculino,
no pasará por él, ni por las sábanas.
Sería una esperanza considerar
que sobre mi coño solitario aún pueden caber volúmenes remotos
o
un pañuelo azul que penetrase las dos secciones dóciles abiertas
y así pasar, esta tela azul, ensangrentada, quedándose,
rompiéndome,
porque mi coño ya es invencible,
mi enemigo.
Aislado del amor
cualquier coño es violento.