MARINERO EN TIERRA

Cuenta César González-Ruano en sus Memorias, "Mi medio siglo se confiesa a medias", que en 1923 conoció "al escritor y erudito cubano José María Chacón y Calvo", por entonces secretario de la Legación o Embajada de Cuba.

El tal Chacón estaba soltero, tenía ideas profundamente religiosas pero, al mismo tiempo, simpatizaba con las tesis de la izquierda. Ruano llegó a trabar tanta amistad con él que, al menos, una vez a la semana comía en su casa e, incluso, hicieron juntos un viaje a Cuenca.

En 1924, César escribió un libro de poesía con el que pensaba presentarse al Premio Nacional de Literatura, con el apoyo del secretario cubano, pero se cruzó en su camino Rafael Alberti, que el 16 de marzo del mismo año publicó "Marinero en tierra".

Cuenta González-Ruano que "Alberti no salía de la casa de Chacón" y él comenzó a retirarse. Lo define como "un joven rubio que parecía una estatua que se hubiera decidido a tomar el tranvía".

Rafael Alberti terminó ganando tan anhelado premio pero César, al recordarlo, reconoce que el fallo fue justo porque el libro que el poeta andaluz presentó era, sin duda, mejor que el suyo.

Felipeángel (c)