pero tarde de verano,
es regla muy principal
para conservarse sano.
Para pasar bien la noche
y tener tranquilo sueño,
una cena moderada
es sin duda el mejor medio.
Quien el pecho resentido
tiene y padece catarros,
beber debe en todo tiempo
no frío, sino templado.
Quien tiene el ánimo libre
y la conciencia tranquila,
conservará la salud
y prolongará la vida.
Hecho un trabajo mental,
no tomes luego alimento;
distraerse y pasear
antes, algún rato, es bueno.
Para las indigestiones
no hay remedio que ser pueda
tan eficaz y seguro
como ponerse a dieta.
No te aficiones a purgas,
ni las tomes sin receta,
pues mas bien dañar
ni valen lo que la dieta.
Es un uso pernicioso
el de bebidas calientes,
ni tampoco es saludable
el de refrescos frecuentes.
Mala costumbre es también
tomar café cada tarde;
es querer sufrir los daños
de una bebida excitante.
Toma menos alimento
y no necesitarás
ni café ni otras bebidas,
que te harán digerir mal.
Si tomas café, no añadas
la copa de marrasquino,
que aumenta la excitación
que ya de aquel por sí mismo.
Dicen que los viejos mueren
por comida o por caída;
ande, pues, con tiento el viejo,
y modere la comida.
Si disposición tuvieres
por las apoplejías,
debes ser muy moderado
en la comida y bebida.
En cualquier tiempo que estés
acalorado o sudando,
huye las corrientes de aire,
y más si fuere colado.
Si comes algo despacio,
mascando bien la comida,
la puedes considerar
como medio digerida.
Cubrir poco la cabeza
y tener los pies calientes,
es cosa que en general
a nuestra salud conviene.
Acude pronto a los males,
no retardando el remedio,
que si se arraigan y crecen,
ya será inútil o incierto.
No tomes mucho alimento
si no hicieres ejercicio,
porque sin éste no es fácil
que puedas bien digerirlo.
Doctor F. J.
("El monitor de la salud de las familias y de la salubridad de los pueblos", revista publicada bajo la dirección del doctor D. Pedro Felipe Monlau - Carlos Bailly-Bailliere, Librero de Cámara de SS. MM. y de la Universidad Central - Librería Extranjera y Nacional, Científica y Literaria - Madrid. Año 1858 - Tomo Primero)
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