Notas del futuro inmediato:
Seis y media de la mañana; suena el despertador; acerco mi mano al interruptor de la luz; no se enciende la lámpara de la mesilla de noche; me levanto; ando a tientas por la habitación; recorro el pasillo; entro en el cuarto de baño; abro la ventana; la calle permanece a oscuras; me dirijo a la terraza; aun no ha amanecido; enciendo una cerilla; acerco su llama al calentador; no se enciende; no hay gas; me dirijo, otra vez, al cuarto de baño; abro un grifo; no sale agua; decido vestirme, tropezando con los muebles; salgo a la calle; circulan algunos coches con los faros encendidos; me dirijo a la parada del autobús; no viene ninguno; espero un taxi; pasan diez minutos; camino hacia la estación de cercanías; permanece a oscuras, con las puertas cerradas; camino por la calle; no hay ningún bar abierto; se ven luces de emergencia en el interior del ambulatorio y de la comisaría; comienza a amanecer; huelga general. Pararon los hombres y las máquinas; no suenan los móviles; no funciona Internet; no hay periódicos, ni radio ni televisión. Hemos vuelto, por fin, a nuestros orígenes.
Felipeángel (c)
Seis y media de la mañana; suena el despertador; acerco mi mano al interruptor de la luz; no se enciende la lámpara de la mesilla de noche; me levanto; ando a tientas por la habitación; recorro el pasillo; entro en el cuarto de baño; abro la ventana; la calle permanece a oscuras; me dirijo a la terraza; aun no ha amanecido; enciendo una cerilla; acerco su llama al calentador; no se enciende; no hay gas; me dirijo, otra vez, al cuarto de baño; abro un grifo; no sale agua; decido vestirme, tropezando con los muebles; salgo a la calle; circulan algunos coches con los faros encendidos; me dirijo a la parada del autobús; no viene ninguno; espero un taxi; pasan diez minutos; camino hacia la estación de cercanías; permanece a oscuras, con las puertas cerradas; camino por la calle; no hay ningún bar abierto; se ven luces de emergencia en el interior del ambulatorio y de la comisaría; comienza a amanecer; huelga general. Pararon los hombres y las máquinas; no suenan los móviles; no funciona Internet; no hay periódicos, ni radio ni televisión. Hemos vuelto, por fin, a nuestros orígenes.
Felipeángel (c)
1 comentario:
Hola que tal? me encanto tu blog, te invito a pasar por el mio, es sobreel gran escritor ingles G.K.Chesterton.
Un abrazo
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