Esto es una prisión.
Yo soy alcaide, cabo de varas
y reo al mismo tiempo.
El alcaide ordena al cabo
que pegue al recluso
y el recluso pega al cabo
para que pueda enterarse el alcaide
de que, ante la muerte,
ni la tortura es suficiente intimidación.
Pasan los días
y el alcaide baja la mano.
Ordena al cabo
que dé buen rancho al recluso
y el recluso acepta tan gentil benevolencia
con una canción de cuna
para mecer a los ahorcados
en el patíbulo.
Esto es una prisión.
No hay rejas ni grilletes
ni puertas con cancerbero.
Yo soy el alcaide, el cabo de varas
y el reo.
Jamás podré salir de aquí.
Felipeángel (c)
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